Hacienda ingresa 260 millones de euros de las grandes fortunas ocultas en cuentas suizas

Hacienda ya se ha cobrado su primer botín de importancia en su particular guerra contra la evasión de impuestos. La Agencia Tributaria ha logrado ingresar hasta septiembre 260 millones de euros procedentes de la regularización de capitales depositados en cuentas bancarias opacas por 300 clientes españoles del banco suizo HSBC. Dichos fondos, pertenecientes la mayoría a familias con «grandes fortunas» según indicaron fuentes de la investigación, permanecieron ocultos al fisco hasta finales de mayo, cuando un robo de información por un ex empleado de la entidad precipitó la investigación.

Los datos, correspondientes a los ejercicios fiscales 2005 y 2006, fueron comunicados a las autoridades francesas, que los enviaron a la Hacienda española en virtud del convenio de doble imposición suscrito por ambos países. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, explicó ayer ante la Comisión de Economía del Congreso que las 3.000 cuentas de titularidad española detectadas en Suiza -esa cifra la facilitó en junio la vicepresidenta económica, Elena Salgado- pertenecen a 659 contribuyentes, dos de ellos empresas intermediarias. Se trata, pues, de la mayor operación contra el fraude en la historia de España, indicó Ocaña.

A mediados de junio la Agencia Tributaria envió a todas esas personas físicas y jurídicas requerimientos para que regularizaran las cantidades ocultas en Suiza mediante declaraciones complementarias. De las 659 exigencias tramitadas, Hacienda logro notificar personalmente 558 antes del 30 de junio, fecha en que habrían prescrito las posibles irregularidades o delitos. Las fuentes consultadas subrayan que llevar a cabo estas notificaciones no siempre es fácil, pues los evasores suelen vivir fuera de España, facilitar una dirección falsa o de un solar para evitar ser localizados. Eso suele dilatar en torno a un año los procesos administrativos.

En los casos en que la presentación de declaraciones complementarias ha hecho aflorar cuotas no ingresadas o devueltas indebidamente, la administración ha iniciado expedientes sancionadores. Ocaña explicó que Hacienda remitirá a la Fiscalía Anticorrupción aquellos en que la cuota regularizada exceda los 120.000 euros y se aprecien indicios de delito fiscal. Además, prepara sanciones contra quienes no han atendido los requerimientos porque su conducta vulneraría el artículo 203 de la Ley General Tributaria, que castiga la «resistencia, obstrucción, excusa o negativa» a las actuaciones de Hacienda.

Origen de los fondos

Los 260 millones de euros ingresados (incluidos intereses de demora) corresponden a 300 contribuyentes. La Agencia Tributaria no se da por satisfecha con sus declaraciones extemporáneas, porque los perseguidos sólo han regularizado los rendimientos de sus cuentas. La administración quiere averiguar ahora el origen de los capitales depositados en Suiza para determinar si pueden considerarse incrementos de renta no declarados en España vía IRPF, es decir, evadidos. De ahí que Hacienda sea incapaz por el momento de cuantificar el valor total del fraude. Para hacerlo habrá que aclarar, además, si las fortunas se amasaron en períodos ya prescritos (el plazo son 5 años para los delitos fiscales y 4 años para las infracciones comunes). Si el período en que se generaron ha prescrito «no hay nada que hacer», admitieron las fuentes consultadas.

La Agencia Tributaria ha recaudado otros ocho millones vinculados a cuentas abiertas en Liechtenstein por 200 contribuyentes de 85 familias. En principio Hacienda puso en conocimiento de la Fiscalía los datos de sesenta y cinco afectados. Hoy siguen abiertos ocho procedimientos individuales y uno general en el que permanecen imputadas nueve personas más.