Familiares de los mineros encerrados celebran la finalización de los trabajos de limpieza del túnel. :: AFP
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El orden de salida crea tensión entre los mineros chilenos atrapados

El rescate de los 33 trabajadores comenzará la próxima madrugada una vez asegurado el túnel por el que ascenderán

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A un ritmo que ya se tornó vertiginoso, los operarios que trabajan en el rescate de los 33 mineros chilenos finalizaron ayer el encamisado del conducto de ascenso y ya probaron con éxito el tránsito de la cápsula que irá trasladando a la superficie a cada uno de los trabajadores a partir de esta madrugada.

Según anunció el ministro de Minería, Laurence Golborne, el rescate comenzará a las cero horas del miércoles -cinco de la madrugada, hora española- y puede que quizás antes. Ya fueron forrados con acero los primeros 96 metros a fin de evitar posibles derrumbes, se ha montado el sistema de izamiento para el ascenso de la jaula en la que subirán los mineros y se ha probado el descenso de la cabina.

«La cápsula llegó a 610 metros y los resultados fueron muy positivos, muy promisorios», aseguró el ministro chileno. «No hay bamboleo, ni siquiera cae polvo», añadió satisfecho.

Durante las pruebas, la cabina no se trabó en ningún momento, ni en los tramos encamisados ni en los que están a roca viva. Tampoco se frenó en las leves inclinaciones que tiene la excavación hasta el sitio donde están alojados los supervivientes a 630 metros. Ahora hay que esperar a que el cemento con el que se sujetaron algunos dispositivos fragüe.

Entretanto, los mineros trabajan en una plataforma que permitirá abrir y cerrar la jaula cuando esté abajo. Todo el operativo culminará en la medianoche de hoy, aunque podría ser antes, según anticipó Laurence Golborne. En cualquier caso, se estima que todos los mineros habrán sido rescatados para el viernes.

Cuatro socorristas

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, declaró que los trabajadores están «ansiosos, pero bien», dispuestos a colaborar en su propio rescate. Según el funcionario, una vez más mostraron sus cualidades al pelear por ser últimos en el operativo. Sin embargo, Mañalich contó que debió explicarles que necesita que los más hábiles y seguros se ofrezcan para la etapa inicial del rescate, que será de prueba.

En principio, van a ser cuatro los socorristas que bajen, precisó el titular de la cartera de Salud. El primero será un minero experimentado para que pueda recoger información sobre el conducto y las condiciones del descenso. Detrás irá un enfermero y luego otros dos integrantes del equipo de rescate. Hacen falta cuatro personas abajo para elaborar el orden de subida -que se hará según el estado de cada uno-, explicarles cómo funciona la cápsula y qué deben hacer ante cada inconveniente que pueda presentarse.

Los asistirán también para que se venden las piernas -y evitar así posibles trombosis- y se coloquen las vestimentas adecuadas. Pero como el operativo se prolongará un mínimo de 48 horas, también resultará necesario que los propios efectivos de rescate se organicen en turnos para comer y descansar.

Según comentan los familiares en el campamento, los mineros están con miedo. «Está muy contento, pero también muy pero que muy nervioso», dijo su hermano respecto de Darío Segovia, uno de los atrapados. «No quiere ser el primero», aseguró. Otros, como el tío de Carlos Barrios, declaró que su sobrino «quiere salir ya como sea». «Él no tiene miedo. Los 33 son muy fuertes. Sobrevivieron 17 días con una lata de atún. Sobrevivir es algo que llevan en su ADN», confió el hombre.