Elegante. Julia Roberts, ayer en San Sebastián. :: EFE
Sociedad

«Sólo soy una chica corriente con un trabajo extraordinario»

La protagonista de 'Pretty Woman' recibe el Premio Donostia de manos de su compañero en 'Come, reza, ama', Javier BardemJulia Roberts Actriz

SAN SEBASTIÁN. Actualizado: Guardar
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Sabido es que una doble de cuerpo reemplazó a Julia Roberts en el póster de 'Pretty Woman'. Por eso sorprende que, al natural, la actriz sea todo piernas. Alta, delgadísima y elegante con un traje chaqueta y el pelo recogido, la actriz hace gala de la cortesía sureña de su Atlanta natal. Pregunta si no hace demasiado frío en la suite del María Cristina, se interesa por cómo se pronuncia el nombre del entrevistador y hasta te agarra la mano mientras exhibe esa sonrisa que le convirtió en la 'novia' de América.

A sus 42 años, ha ralentizado su filmografía desde que se convirtió en madre de tres hijos. A San Sebastián ha llegado con su marido, el cámara Danny Moder, y sus tres hijos, de los que cuidan dos 'nannys'. Su compañero en 'Come, reza, ama', Javier Bardem, le entregó anoche el Premio Donostia por una carrera que comenzó hace 20 años y que tuvo su cénit en el Oscar a la mejor actriz por 'Erin Brokovich'.

- ¿Por qué dosifica tanto sus interpretaciones en los últimos años?

- Tengo tres hijos. Mi responsabilidad es cuidar de ellos y verles crecer en mi hogar. Es una elección personal, la llevo a cabo junto a mi familia y nos va muy bien. Una elección feliz. Yo he tenido la suerte de trabajar veinte años antes de tener hijos. Y ahora he obtenido mi recompensa.

- ¿Cuándo la veremos en un papel de villana?

- Es divertido, porque pensaba lo mismo el otro día... Creo que los papeles de chicas malvadas no son tan complejos como los que suelo hacer, como la 'buena' de la película. Creo que he interpretado personajes muy variados, no me han encasillado, y estoy satisfecha porque normalmente ha coincidido lo que yo tenía ganas de hacer y lo que me han ofrecido.

- En estos tiempo en que se cuestiona el futuro del cine, ¿por qué seguir haciendo películas?

- ¡Por Dios! El cine es una gran forma de arte, una manera maravillosa de contar historias y compartir emociones. 'Come, reza, ama' es un buen ejemplo: muestra al espectador lugares del mundo a los que seguramente mucha gente nunca tendrá la oportunidad de viajar. El cine te abre los ojos, y no sólo geográficamente. Tiene un valor increíble para hacerte experimentar emociones que a lo mejor de otro modo no sentirías.

- ¿No sintió presión por llevar al cine un libro tan querido por millones de lectoras?

- Adoro la novela de Elizabeth Gilbert. La leí cuando salió hace tres años y medio. Después el director, Ryan Murphy, me pasó el guión y también me encantó. Nunca consideré que hubiera ninguna presión porque el libro fuera tan popular. Trabajar en el rodaje con Javier Bardem y Richard Jenkins fue maravilloso, pero también que intervinieran muchos actores no profesionales de los países donde rodábamos, en Italia, Bali y Brasil. Disfruto viendo a gente actuar según sus instintos espontáneos.

- El Premio Donostia reconoce su carrera. ¿Le da pereza mirar hacia atrás? ¿Qué películas creen que han resistido mejor el paso del tiempo?

- No lo sé. Me sorprendo cuando la gente me dice cuáles son sus títulos favoritos. El primer instinto, la primera respuesta es, claro está, 'Pretty Woman'. Ayer tuve una interesante conversación en la radio en... (pregunta a su asistente) ¿Dónde estábamos ayer? En París. Un hombre me dijo cuáles eran para él los hitos de mi carrera: 'Pretty Woman' y 'Mary Reilly', que consideraba una inspiración. Y eso me recordó qué emocionada estaba yo en aquella época por rodar con Stephen Frears. Así que nunca sabes qué películas tuyas permanecen en la memoria de la gente. Es uno de los grandes misterios del cine.

- ¿Cómo compatibiliza ser quizá la actriz más célebre del planeta y llevar una vida familiar normal?

- Nunca pienso en mí como una estrella o lo que narices signifique eso. El equilibrio entre mi profesión y mi familia surge de modo natural. Mi marido y yo tenemos un modo similar de contemplar Hollywood y compartimos la misma visión de la familia y de cómo integrarnos en una comunidad. Nuestro día a día es similar al del resto de familias. Siempre tengo claro que no hay nada extraordinario en mí, sólo soy una chica, como cualquier otra. Eso sí, tengo un trabajo extraordinario.

Aislamiento de Internet

- ¿Nunca ha querido romper con todo y hacer un viaje como la protagonista de la película?

- No. En realidad nunca he tenido experiencias tan malas en la vida como para huir. Atravesé una etapa mala a comienzos de los 90. Había rodado una serie de películas que funcionaron muy bien, pero los guiones que me ofrecieron después no me motivaban. Me preguntaba si emocionalmente me decían algo, y la respuesta era no. Así que esperé y esperé. Rechazé un montón de ofertas y durante dos años no trabajé. Finalmente, el adorable Alan J. Pakula me envió la adaptación de 'El informe Pelícano'. Era la historia que me provocó lo que hacía tiempo que estaba esperando sentir. El rodaje fue maravilloso, me hice amiga de Denzel Washington y Sam Shepard. Aprendí que debía tener confianza en mí misma y saber esperar. Valió la pena.

- ¿Qué le preocupa a la 'Novia de América'?

- Sí, la 'Novia de América'... Mis problemas son entonces cuestión de Estado, ¿no? Cuando atravieso una crisis llamo a Obama, ja, ja. O se pone Michelle... Tengo una responsabilidad como ser humano. En mi familia procuramos vivir nuestros deberes con la comunidad y el medio ambiente. Lo que más me preocupa últimamente es el aislamiento al que nos conduce Internet, con los chats, los blogs y todas esas cosas. Hemos dejado de mirarnos a los ojos, y esto debería ser una causa social.

- ¿Qué le queda por hacer?

- Huy, muchas cosas. Muchas cenas que cocinar, muchos libros que leer, mucho punto que coser, mucha gente a la que abrazar...