Marruecos critica la «provocadora» visita que Rajoy hará hoy a Melilla

Parecía que el hacha de guerra estaba enterrada, pero las suspicacias siguen a flor de piel. La polémica sobre Ceuta y Melilla se ha reabierto con la visita que el líder del Partido Popular realiza hoy a esta última ciudad autónoma, viaje que el primer ministro marroquí ha calificado de «provocador» y que constituye «una ofensa a la dignidad y al sentimiento nacional».

Abás el Fassi envió ayer una carta al líder de la oposición en la que asegura que su visita es «una ofensa a los sentimientos profundamente arraigados» del pueblo marroquí. La misiva, de la que se ha hecho eco la agencia marroquí MAP, está firmada por el primer ministro, aunque lo hace en calidad de secretario general del partido Istiqlal.

Las críticas de El Fassi llegan tres semanas después de que se diera por cerrada la crisis bilateral que se ha vivido este verano en torno a la frontera de Melilla. La visita de Alfredo Pérez Rubalcaba a Rabat el pasado 23 de agosto escenificó la reconciliación y, desde entonces, ambos gobiernos han repetido machaconamente que las relaciones son «excelentes».

En la carta hecha pública ayer, El Fassi advierte de que el viaje de Rajoy al «presidio ocupado de Melilla», como Marruecos denomina a los territorios españoles en el norte de África, «no hará sino empañar el clima cordial que prevalece entre los dos países». «La presencia del presidente del PP en la ciudad autónoma contrasta -según El Fassi- con el espíritu de amistad y los principios de buena vecindad y de respeto mutuo, así como con las relaciones francas y sinceras de los dos reinos, Marruecos y España».

Abás el Fassi ya sacó a relucir el tema de Ceuta y Melilla el pasado mayo en un discurso ante la Cámara de los Representantes de su país, aunque aquella vez lo hizo en calidad de primer ministro. Entonces, El Fassi reclamó a España que iniciara un «diálogo» con Marruecos para poner fin a la «ocupación» de Ceuta y Melilla, algo que vuelve a pedir en la carta dirigida ayer a Rajoy.

Mantiene la agenda

El PP declinó ayer valorar las críticas que el primer ministro marroquí ha proferido contra el viaje de Mariano Rajoy a Melilla. El líder 'popular' no se da por aludido y mantiene su agenda que incluye un paseo por el centro de la ciudad y una reunión con el Consejo de Gobierno de Melilla, presidido por el popular Juan José Imbroda, quien valoró la importancia que su jefe de filas le da a la ciudad autónoma. «Viene tantas veces a Melilla como cualquiera que tenga familia aquí», comentó el presidente melillense.

En cualquier caso, la dirección nacional del PP no había previsto la presencia de su jefe de filas en la frontera hispano-marroquí, donde activistas del país vecino han convocado una concentración coincidiendo con la estancia de Rajoy en el centro de Melilla.

Por su parte, el Gobierno trató ayer de evitar que la polémica desatada por los incidentes del pasado agosto vuelva a inflarse y optó por guardar silencio frente a Marruecos. Ahora, cruza los dedos para que las autoridades del país vecino no encuentren en algún comentario de Rajoy excusa suficiente para avivar el asunto. De hecho, aunque tanto desde el Ejecutivo como desde el PSOE se defendió que el presidente del PP es «libre» de viajar a donde considere oportuno, también se dejó caer extraoficialmente que esperan que el primer partido de la oposición no juegue a crear desestabilización. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ya echó en cara el martes en el Senado a los 'populares' que traten de «alimentar la tensión» por fines puramente electorales. Aunque no se refería específicamente a esta visita sino a las críticas por el modo en el que el Ejecutivo gestionó la enésima crisis con el país 'magrebí'.