Los trabajos siguen paralizados a la espera de la orden de la empresa. :: MIGUEL GÓMEZ
segundo puente

Sindicatos y vecinos se desentienden del manifiesto, pero piden el puente en el Doce

Sólo los empresarios dan su apoyo sin reservas a la iniciativa municipal tras conocer el documento

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El manifiesto por el segundo puente que abandera la alcaldesa de Cádiz no consigue arrancar los apoyos que cabría esperar. De herramienta de presión salvadora del símbolo del Doce a instrumento partidista para atribuirse una nueva medalla. Opiniones las hay para todos los gustos desde que Teófila Martínez presentara el documento el pasado sábado en una rueda de prensa.

De un extremo a otro, partidos políticos, sindicatos y colectivos vecinales sólo coinciden en que el puente tiene que estar listo para el Bicentenario. Unos se aferran al compromiso del ministro José Blanco y a la voluntad de su departamento para sacarlo adelante en fecha, otros ven necesaria cualquier acción que lo garantice. Y mientras tanto, siguen a la espera de una carta de Teófila Martínez en la que les pida por escrito su apoyo tal como se comprometió ante los medios de comunicación.

Los únicos que suscriben el texto palabra por palabra son la Confederación de Empresarios y la Cámara de Comercio. Ambas instituciones han sido muy reivindicativas con la infraestructura y consideran una «oportunidad perdida» llegar al Doce sin ella.

Ayer mismo Javier Sánchez Rojas, vicepresidente de la CEC, insistió en la necesidad dejar a un lado los intereses políticos y centrar la atención en «sacar adelante la obra de la manera que sea». «Si un manifiesto, una página en Facebook o cualquier otra alternativa consigue que se aceleren los trámites, nosotros estaremos ahí», explicó. A su manera de ver, «sería impensable que la celebración transcurriera con los pilares abandonados, la imagen que proyectaría la ciudad y la Bahía sería terrible». En esta labor de defensa del segundo puente «hay que nadar todos hacia la misma dirección, las divisiones políticas no benefician a nadie», zanjó.

La unión hace la fuerza

Ángel Juan Pascual, presidente de la Cámara de Comercio, advirtió de que aún está pendiente tomar una decisión en el comité ejecutivo, pero «el sentir general es de apoyo a este plan». En cualquier caso, consideró «muy positivo» que surgiera un movimiento parecido al espíritu de Las Aletas, aunque es consciente de que el puente genera un sentimiento distinto.

La misiva de la alcaldesa llegará tarde, sin embargo, a las organizaciones sindicales mayoritarias que rechazaron ayer sumarse al manifiesto. Francisco Fernández, responsable de la comisión gestora de UGT Cádiz, dijo abiertamente que se trata de «una cuestión partidista lanzada por la cercanía de las elecciones». Tal como están las cosas, aseguró que mantendrá el voto de confianza hacia el Gobierno, dado que se ha comprometido con esta infraestructura. Además, insistió en que «al Ayuntamiento no le hace falta redactar manifiestos para pedir reuniones con el ministro».

En la federación de industria de CC OO tampoco hay confianza en este instrumento de presión. Su secretario general, Jesús Serrano, mostró su desacuerdo con la manera en la que se ha sacado adelante. «Si quería el apoyo de los agentes sociales ¿por qué no nos ha reunido y ha contemplado todos los puntos de vista?», se preguntó. Por eso mismo, no cree que su sindicato se adhiera a no ser que se replantee el contenido para incluir más aspectos como el laboral.

Por lo pronto, los partidos de la oposición se han desmarcado de la iniciativa antes incluso de leer el escrito. Primero lo hacían los socialistas, a pesar de que el secretario local, Federico Pérez Peralta, se mostrara favorable al principio para cambiar radicalmente su postura a los pocos días del anuncio. Después IU, con José Antonio Barroso como portavoz, calificó el manifiesto de «político» e «interesado» y rechazó suscribirlo.

Los colectivos vecinales tampoco se han visto reflejados en el texto de la alcaldesa. El más crítico, sin duda, es Luis Arenal, presidente de la asociación de Astilleros. Desde que se planteó el anuncio ha considerado «inútil» la iniciativa cuando el Gobierno se muestra partidario de reactivar las obras, cuando se le consultó ayer, aprovechó para recordar al Ayuntamiento que «aún quedan muchas cosas por hacer en el barrio para estar únicamente pendiente del puente». Arenal insistió en que no hay una solución para los 350 aparcamientos que se han perdido ni una fecha para que construya el parque y se finalice la piscina de agua salada.

Francisco Baldomero, presidente del Club Viento de Levante, se expresó en un tono más neutro y mostró su confianza de que el puente se terminará, aunque sea con retraso. No considera «justo» iniciar una estrategia de presión tal como están las cosas. Sin embargo, el responsable del colectivo vecinal de Los Corrales, Francisco del Río, no sólo se ha adherido al manifiesto, sino que ya reúne firmas colaborando con la acción planteada por la alcaldesa.