Ruiz de Lopera, el último de una saga de presidentes excéntricos. :: EFE
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El fin de los presidentes mediáticos

Lopera es el último representante de una saga de dirigentes que dominaron el fútbol español al amparo de la Ley del Deporte De Don Manuel a Jesús Gil, pasando por Pitterman, todos han pasado a la historia

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los pocos presidentes mediáticos que aún resistían en su cargo van poco a poco poniendo fin a su mandato. Uno de los últimos que seguía a la cabeza de su club, Manuel Ruiz de Lopera, promovió la pasada semana la venta de su Betis, pero como no podía ser de otra forma, el proceso lo paralizó una juez al considerar que el máximo accionista bético ejerció durante años «un uso ilegítimo y abusivo del club por la interposición de su entramado societario», iniciando una larga batalla judicial de resultados imprevisibles.

Dentro de ese selecto grupo de principales dirigentes que acaparaban portadas a la par que las estrellas de sus equipos, podemos añadir a mandatarios de la talla de Jesús Gil, Dimitri Piterman o José María Caneda, quienes han contribuido a la salsa del fútbol con sus declaraciones y particularidades.

Si echamos la vista atrás, hasta la década de los 90, la aprobación de la Ley del Deporte y la posterior conversión de la mayoría de los clubes en sociedades anónimas deportivas -todos menos Madrid, Barça, Athletic de Bilbao y Osasuna- supuso la compra de las acciones por parte de 'salvaguardias' como Jesús Gil o Ruiz de Lopera de sus equipos de toda la vida. En ese momento, los portavoces y las estrellas mediáticas no estaban en el banquillo ni eran los encargados de meter goles decisivos, sino que se sentaban en el palco de autoridades cada domingo.

Estos ya ex presidentes, además de aprovecharse de la Ley del Deporte, han dejado numerosas anécdotas que han pasado a la historia de nuestro fútbol. La asamblea de la Liga de marzo de 1996 siempre será recordada por el enfrentamiento entre los mandatarios del Atlético y el Compostela, Gil y Caneda, que terminó en una agresión del presidente rojiblanco al gerente del club gallego José González Fidalgo. Las perlas de Jesús Gil no terminan ahí.

El ex alcalde de Marbella fue capaz de llamar «maricón» al árbitro francés Vautrot, lo que le supuso que la UEFA le apartase de los campos durante 18 meses o de soltar perlas como: «Los negros del Ajax. Eso parecía el Congo, dicho con todos los respetos. Mirabas a un lado y había cuatro negros calentando, mirabas a otro y había cinco, y en el campo otros tres». Lopera no se quedó atrás a la hora de proclamar a los cuatro vientos su pasión: «Yo soy diabético, es decir, dos veces bético», y por anunciar a los cuatro vientos como consiguió en poco más de 25 minutos 800 millones de pesetas que salvaron al Betis, un entusiasmo que, según los peritos, ha propiciado un enriquecimiento ilícito y un perjuicio económico de 12,4 millones al club bético entre los años 1993 y 1999.