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Prisión incondicional para los tres acusados de la muerte de Mercedes

La Policía imputa a una cuarta persona como comprador del televisor sustraído a la mujer asesinada

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La jornada se preveía larga. A las nueve de la mañana, David C.R. 'El Kiki', su amigo J.M.F. 'El Pucherito' y José R. M. 'El Púa' entraban en el juzgado número 4 de Cádiz para declarar sobre la muerte de Mercedes Tello. Cinco horas estuvieron relatando su versión de los hechos. Pasadas las dos de la tarde salían los tres, esposados, con una orden judicial de ingresar en prisión sin fianza y con una acusación de asesinato y robo con violencia. Acompañados por varios agentes de la Policía Nacional, fueron escoltados en dos furgonetas hasta la comisaría a la espera de que a final de la tarde la Guardia Civil condujera a 'El Kiki' y a 'El Puchero' a Puerto III y al Púa a Puerto II.

Durante la larga mañana de ayer estuvieron hablando de cómo entraron a robar en un segundo piso de la calle Cal y Canto, de cómo se complicó el golpe hasta acabar con la vida de Mercedes, dejándola en medio de un gran charco de sangre con numerosas heridas provocadas por un arma blanca, un cuchillo de cocina.

Desde un principio, los agentes mantuvieron la hipótesis del robo como una de las principales líneas de investigación al comprobar que en el piso faltaban varios enseres domésticos, entre ellos una televisión de plasma. Precisamente, el robo fue lo que les llevó a localizar a José R.M. en la calle Aramburu quien fue detenido el martes pasado. Sin embargo no quedó ahí la investigación. Las llaves perdidas por Mercedes, al parecer sustraídas durante una fiesta de la asociación de vecinos de la barriada de Guillén Moreno, fueron encontradas en las proximidades del domicilio de uno de los detenidos. Esto explicaba que la puerta de la casa de la víctima no presentara signos de violencia.

Paralelamente se realizó un seguimiento del televisor de plasma robado lo que condujo a los investigadores a una cuarta persona que por el momento sólo está imputada en el caso. Al parecer este implicado, de unos 23 años, adquirió el televisor la mañana después del suceso, por lo que se le acusa de un presunto delito de receptación.

Su nueva rutina

Al llegar a ambos centros penitenciarios el proceso en uno y otro es similar. Lo primero es identificar a los acusados y recoger sus huellas a través de un escáner que deja a la tinta y al papel en la memoria. Tras esto, los acusados responden sobre cuestiones tanto personales como penales cuyos datos se introducen en un programa informático a nivel nacional. A continuación viene la revisión médica y una entrevista con el asistente social en la que, entre otras cuestiones, se dictamina si el preso debe estar en una celda de aislamiento por el bien de su integridad o no «ya que en delitos de tanta repercusión social a veces es aconsejable porque pueden correr peligro». Desde entonces estarán a la espera de que se fije la fecha para el juicio.

Fuentes cercanas al caso afirmaron que «pasarán bastante tiempo en prisión ya que aún quedan pruebas por contrastar», entre ellas la constatación de que el ADN encontrado en el piso de Mercedes se corresponda con el de los acusados. La muestra recogida ayer mientras declaraban será analizada en el Instituto Anatómico Forense de Madrid por lo que aseguraron que «los resultados tardarán en conocerse».