Una turista observa los daños ocasionados en el yacimento por la obra Entrecatedrales. :: O. CHAMORRO
Sociedad

La Casa del Obispo muestra los daños en su estructura a los visitantes

Los fines de semana de verano, gaditanos y turistas podrán observar los desperfectos causados por la obra del mirador Entrecatedrales

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Dos jóvenes guías ataviados con ropajes fenicios y romanos muestran cómo se vivía hace 3.000 años en la ciudad. Mientras se asoman a la tumba del siglo VI a. C. que reposa bajo el mirador Entrecatedrales, señalan varios objetos anacrónicos: una botella de sangría, un cartoncillo de papel de fumar... «Esto demuestra las sustancias psicotrópicas que se consumían en la Antigüedad», bromea uno de ellos. La basura se extiende sobre los restos arqueológicos de la parte alta de la Casa del Obispo, mientras algunos visitantes se sorprenden del estado del yacimiento. «Eso siempre fue suelo sagrado, excepto para la civilización actual», apunta otro de los guías disfrazados.

Desde ayer, todos los visitantes autóctonos y foráneos tienen la posibilidad de recorrer el yacimiento de forma gratuita los fines de semana de julio y agosto para observar de primera mano los daños en la estructura que ha provocado el proyecto Entrecatedrales. Desde hace meses, Germán Garbarino, el responsable de la empresa que gestiona el yacimiento, Monumentos Alavista, lleva denunciando al Ayuntamiento los desperfectos ocasionados por el mirador, construido sobre los mismos restos arqueológicos a través de un sistema de micropilotes. Ayer por la mañana, entre los visitantes se encontraban la edil socialista Marisa de las Cuevas y el concejal de IU, Sebastián Terrada. Ambos se han hecho eco en el último pleno de los problemas que atraviesa la Casa del Obispo y han criticado al Consistorio que revocara la licencia para ejecutar la segunda fase de su proyecto. Además, los socialistas preguntaron al Equipo de Gobierno por qué obliga a Monumentos Alavista a realizar obras de reforma que se encuentran fuera del pliego de condiciones por las que se adjudicó. Estas obras se refieren a una mampara de cristal que separe ambos espacios, el del yacimiento y la parte adoquinada que se encuentra debajo del mirador Entrecatedrales. «Me han denegado la licencia de obra porque no quiero construir ese panel, pero es que la Junta, que ya me había dado el visto bueno, me prohíbe hacerlo», apunta Germán Garbarino con los documentos que acreditan sus palabras sobre la mesa.

Destrozos y peligros

Una pantalla plana en una de las salas muestra las fotografías del estado del yacimiento antes de que empezara a gestionarlo Monumentos Alavista. «La gente se colaba y los aledaños eran punto de venta de droga. Nosotros hemos invertido en poner el valor el yacimiento», reconoce Garbarino. Además, el vídeo muestra instantáneas desoladoras de las humedades e inundaciones que se dieron este invierno con las fuertes lluvias. «Las cisternas se llenaron de agua y las lagunas que se formaron se filtraron por los criptopórticos» provocando un sinfín de destrozos. Además, los paneles de cristal de la pasarela que alberga el yacimiento y que permite observar desde arriba los restos, ya no son transaparentes, sino opacos por las humedades y la cal.

Garbarino mostraba también ayer el lamentable estado que presenta el callejón anexo a la Casa del Obispo, lleno de escombros que «podrían provocar más de un accidente». Por otro lado, la inseguridad ante los vándalos queda patente ya que, pese a que una puerta separa el espacio público de los restos, una persona puede colarse desde arriba y abrir desde dentro. «El que entre podría caerse en una de las fosas », alerta Garbarino, que critica la dejadez del Ayuntamiento y su desinterés en subsanar los daños, sobre todo teniendo en cuenta la mala imagen que se ofrece a los turistas que estos días se acercan a la ciudad.