El presidente José Antonio Griñán y Javier Arenas conversan en el Parlamento. :: EFE
ANDALUCÍA

Griñán y Arenas acercan posturas para defender juntos una gran caja en Andalucía

Los socialistas acceden a la petición del PP de que los cargos públicos queden fuera de los consejos de administración

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La gran caja andaluza puede llegar a ser una realidad. El gran proyecto de Chaves está más cerca si, como se vislumbró ayer, se superan todos los escollos hace meses insalvables. El primero de ellos, contar con la unidad política de todos los partidos. Griñán y Arenas dieron ayer un paso importante para ello. Ambos dirigentes acordaron una reunión para la próxima semana en la que hablarán de la hoja de ruta propuesta por el presidente de la Junta para que Andalucía tenga una entidad única «con domicilio» en esta Comunidad.

Una hoja de ruta que Griñán reiteró ayer con gran claridad en el Parlamento al responder a una pregunta del coordinador de Izquierda Unida, Diego Valderas. El mandatario reiteró que la mejor opción es que Unicaja y Cajasol lleguen a «un entendimiento», un proceso al que «sería bueno» que se incorporara Caja Granada. Griñán pidió explícitamente a los presidenes y órganos de decisión de las citadas entidades a reflexionar en este sentido y también expresó su deseo de que CajaSur, ahora en manos del Banco de España, sea vendida a una de las dos entidades andaluzas que pujan por ella, Cajasol o Unicaja. También deja abierta la posibilidad de que otras entidades foráneas se unan al proyecto andaluz.

Sobre todo ello el presidente quiere hablar con los responsables políticos de los partidos y fraguar con ellos un acuerdo. Hasta ahora había rechazado hacerlo argumentando que institucionalmente no debía inmiscuirse en el proceso de fusiones orquestado por el Banco de España para fortalecer el sector financiero frente a los envites de la crisis. ¿A qué se debe este cambio tan radical? Griñán intentó explicarlo en su respuesta a Valderas, quien pidió al presidente que «no sea neutral» y no esté «al dictado de Madrid». El jefe del Ejecutivo dijo que quería dejar clara su postura porque un proceso de esta envergadura «no admite tantos dimes y diretes y tantos rumores». Finalmente ha accedido a lo que le pedía la oposición, a tomar las riendas del proyecto de manera pública. El presidente, que manifestó que luchará por el objetivo de la gran caja, se entrevistará con Valderas y Velasco el lunes y el martes lo hará con Javier Arenas.

Distendidos

A Griñán y Arenas se les vio ayer relajados y distendidos en el Parlamento. Habían hablado por teléfono y volvieron a hacerlo en el hemiciclo a la vista de todos. Las primeras palabras de Javier Arenas en su turno de preguntas al presidente confirmó el acercamiento. Arenas calificó el debate entre Griñán y Valderas de «edificante». Aunque no pronunció las palabras 'gran caja', el líder del PP defendió para Andalucía «entidades financieras viables y solventes». También advirtió a Griñán: «Es verdad que hace falta hoja de ruta, pero también una estación de llegada».

Como síntoma del clima de entedimiento, el PSOE apoyó ayer una proposición no de ley del PP para que salgan de los consejos de administración de las cajas los cargos públicos locales, como concejales, alcaldes o diputados provinciales. Ambos partidos acordaron que se incluya esta incompatibilidad en una próxima reforma de la Ley de Cajas andaluza, que deberá hacerse después de la nacional. Se trata de una vieja reivindicación del PP, que Arenas defendió como una de sus propuestas estelares en el debate sobre la Comunidad.

Al acerca miento político se unió ayer la disponibilidad del presidente de Cajasol, Antonio Pulido, a apoyar «toda operación destinada a fortalecer el sistema financiero andaluz». Conocida es la posición a favor de la gran caja de Braulio Medel, presidente de Unicaja.

«Camino largo y complejo»

Por su parte, el vicepresidente tercero del Gobierno de España, Manuel Chaves, insistió ayer en esta idea: «Andalucía, y más en este momento, necesita una gran caja». El anterior presidente autonómico, que participó en una conferencia en Málaga, se apuntó a la tesis de Griñán, en el sentido de que Unicaja y Cajasol «deberían mirarse». A su juicio el acercamiento entre las dos grandes entidades de la comunidad supone «ir en la buena dirección» para lograr esa gran caja. El vicepresidente argumentó que el proceso «sigue en marcha», aunque reconoció que es un camino «largo y complejo» en el que además de los aspectos financieros internos de cada entidad y los laborales surgen otros problemas como el de los localismos.