Economia

Gobierno, patronales y sindicatos apuran la negociación de la reforma laboral

Los empresarios pueden obtener la reducción en ocho días del despido objetivo, descuento financiado por el FOGASA

MADRID. Actualizado: Guardar
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El tiempo apremia. Europa vigila y señala que los cambios presentados por España para mejorar las finanzas del país parecen insuficientes. Este es la situación en la que Gobierno, patronales (CEOE y Cepyme) y sindicatos (CC OO y UGT) apuran la negociación de una reforma laboral muy esperada, en un nuevo encuentro que comenzó ayer a las 20.00 horas y que continuaba al cierre de esta edición.

La última impresión, sujeta a un giro de 180 grados, es que después de meses de intereses enfrentados el acuerdo «es menos difícil», según fuentes próximas a la negociación que para curarse en salud, a su vez reconocieron que «todavía» era más probable el desacuerdo. Así las cosas y tras varios contactos no oficiales bilaterales, trilaterales, etc., al inicio de la reunión estaba descartada una ruptura estrepitosa como la registrada en el verano de 2009. Algún interlocutor habló incluso de «un desacuerdo pactado» con capítulos abiertos a futuras negociaciones; mientras que horas antes el Gobierno ya había sugerido la conveniencia de prorrogar los contactos unos días (hasta el domingo).

Las tres partes necesitan presentar a la sociedad un documento consensuado. «Pero no a cualquier precio», matizaban los sindicatos. Al Ejecutivo le daría un cierto respiro, a la vez que alejaría definitivamente el fantasma de la huelga general. Además, el acuerdo respaldaría el papel institucional de los agentes sociales.

El abaratamiento del despido objetivo se convertiría en el gran logro de las patronales. El recorte consistiría en una cantidad equivalente a ocho días. El trabajador cobraría lo actualmente estipulado, porque el 'descuento' correría a cargo del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), destinado a atender las necesidades de compañías quebradas.

Sin embargo, la aplicación del contrato de fomento del empleo, las causas del despido objetivo (justificado) y la flexibilidad interna en las empresas para variar las condiciones del trabajo han sido los temas más debatidos. Todos estos asuntos, junto con otras medidas, figuran en una última propuesta del Gobierno.

El despido objetivo ya existe y su modificación es la iniciativa que más enfrentamiento patronales-sindicatos ha levantado. Se justifica en causas económicas, organizativas, productivas y tecnológicas, pero no es operativo. El precio de su indemnización es de 20 días, con un límite de 12 cobros. Los cambios están encaminados a agilizar su aplicación siempre que los motivos estén debidamente probados. La decisión última del juez se mantendría, cuestión que no gusta a CEOE. El contrato de fomento del empleo, de naturaleza estable, estaría destinado como siempre a los colectivos con más dificultad para entrar en el mercado laboral, a la conversión de contratos temporales en indefinidos y a los parados con más de tres meses de permanencia en el desempleo. Esta modalidad de trabajo conlleva un despido improcedente de 33 días por año trabajado con un límite de 24 mensualidades.

La regulación de la flexibilidad interna permite cambiar las condiciones fundamentales del trabajo (jornada, horario, actividad, etc.) por motivos económicos, organizativos, productivos y tecnológicos en caso de consenso. Si se da el desacuerdo entre empleador y empleados se iniciaría una negociación entre las dos partes y la solución última sería un arbitraje de obligado cumplimiento. De esta manera desaparecería la posibilidad de veto o bloqueo.