ESPAÑA

Ovación al Rey y pitos a Chacón en el Día de las Fuerzas Armadas

Más de 25.000 personas asisten en Badajoz a un homenaje a los Ejércitos marcado por la crisis y sin el tradicional desfile

BADAJOZ. Actualizado: Guardar
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El Rey Juan Carlos presidió ayer en Badajoz el acto central del Día de las Fuerzas Armadas arropado por más de 25.000 personas en la que fue su primera aparición en público tras su intervención quirúrgica. La celebración habría sido completa si las restricciones presupuestarias no hubiesen obligado a suprimir el desfile militar, algo que sucedió por segundo año consecutivo. La ministra de Defensa, Carme Chacón, ya advirtió momentos antes de comenzar la fiesta que el Ejército no se puede abstraer de la difícil coyuntura económica que sufre el país.

El recorte quitó vistosidad, pero no importó porque el público en lo que estaba interesado ayer era len a presencia de la Familia Real, que atrajo los mayores aplausos del día cuando el monarca llegó a la avenida Sinforiano Madroñero a bordo de su coche oficial y comenzó a repartir saludos. Primero al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y luego a la ministra de Defensa y los miembros de la cúpula militar.

El Rey tençia unbuen aspecto. Apenas habían transcurrido nueve días desde que recibiera el alta médica en la clínica de Barcelona donde estuvo convaleciente, pero su aspecto físico era saludable y recorrió a pie la zona donde iba a celebrarse el homenaje a la bandera.

Distinta suerte corrió la Reina Sofía, que en su empeño por saludar con la mano y con la vista al público que la aclamaba bajo un sol de justicia, no se percató de la presencia del estrado donde debía colocarse para escuchar el himno de España. Apenas era un pequeño escalón, pero la Reina tropezó al subir y no cayó al suelo porque encontró apoyo en don Juan Carlos. Ese inesperado incidente puso de relieve la fortaleza física del monarca, que aguantó el tirón casi sin inmutarse.

Luego llegaría la ayuda del presidente de la Junta de Extremadura, que dio un brinco para subir al estrado y ayudar a la Reina. Incluso el Príncipe Felipe hizo el gesto de acercarse, aunque resultó innecesario porque doña Sofía recuperó enseguida la verticalidad apoyada en el Rey y tuvo fuerzas para sonreír, un gesto que resultó tranquilizador.

Abucheos a Chacón

El público aplaudió a rabiar para mostrarle su apoyo a doña Sofía, una complicidad de la que no habían disfrutado momentos antes la ministra de Defensa ni el presidente de la Junta de Extremadura, quienes tuvieron que soportar los abucheos y pitos del público nada más bajar de sus coches oficiales a su llegada a la avenida. De manera simultánea, una docena de personas mostraron carteles de 'Zapatero, dimisión'. Fue un momento tenso, ya que otra parte del público comenzó a increpar a los alborotadores para que se callasen.

Los gritos acabaron cuando la comitiva con don Juan Carlos y doña Sofía y los Príncipes de Asturias enfiló la avenida. En ese momento, la tranquilidad volvió a reinar entre el público y, tras un breve silencio, los ciudadanos prorrumpieron en aplausos y vítores a la Familia Real, a la que aclamaron durante su recorrido a pie hasta el palco de honor instalado en una glorieta.