el tranvía

Un consenso para la historia

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La semana que hoy concluye pasará a la historia no sólo por el final de una magnífica serie, ‘Perdidos’ –contrariamente a lo que han expresado muchos, pienso que ese punto y final ha sido sublime y tengo claro que va a pasar a ocupar un lugar de privilegio en mi videoteca– , por haber salido a la venta el iPad o porque Belén Esteban se haya ido un mes de vacaciones y haya dejado de castigar al personal con sus ordinarieces, sino también por las nuevas medidas de ahorro anunciadas –que no bien explicadas– por el Gobierno de Zapatero y que afectarán directamente a los ayuntamientos y a los sueldos de los cargos públicos, empezando por los alcaldes y concejales, cuyas nóminas se verán recortadas hasta en un 15%. Y a nivel local, por un acuerdo entre partidos que, sinceramente, pocos esperábamos que se produjese.

Es la primera vez esta legislatura que todos los partidos con representación en el Ayuntamiento (PSOE, PP, PSA e IU) alcanzan el consenso en un tema importante para los jerezanos, de ésos que podrían calificarse de cuestión de ciudad: el ‘catastrazo’. Han sabido –esta vez sí– aparcar sus diferencias para crear una especie de frente común en defensa del interés general.

Lo que han acordado no es moco de pavo: reclamar la revisión de los valores catastrales, que una sentencia del TSJA favorable a un vecino se haga extensiva a todos los contribuyentes jerezanos con propiedades y que, en caso de que no se consiguiese nada de eso, asesorar a los vecinos en futuros recursos. Y, por aquello de predicar con el ejemplo, también se ha decidido impugnar las valoraciones catastrales de los edificios municipales. Quizá así, con un bombardeo de recursos, se consiga salir triunfante en una lucha que, sinceramente, se antoja complicada de antemano. Pero, sea cual sea el resultado, no habrá sido en vano. Eso ya es seguro. Se ha demostrado que, si quieren, los partidos jerezanos son capaces de dialogar entre sí , de conversar civilizadamente sin tirarse los trastos a la cabeza y llegar a un acuerdo. La cuestión es que estén dispuestos a repetir. Lástima de oportunidades perdidas en el pasado.

Quien suscribe ha decidido a tomarse unos días de descanso para desconectar y pasar el tiempo leyendo el último libro de Antonio Salas y acabar de una vez el de Pérez Reverte, ir al cine, dar largos paseos, trastear con el iPad, revisionar algunos capítulos de ‘Perdidos’ –entre ellos el polémico final–... Y, sobre todo, desintoxicarme de la vertiginosa actualidad de Jerez, paraíso para los periodistas que aman su profesión, pero en la que también eso de informar puede resultar perjudicial para la salud si no se toman las medidas y/o precauciones necesarias. Porque sé que cuando regrese dentro de ocho días habrán pasado muchas cosas y estarán a punto de pasar más todavía. Me atrevería, incluso, a decir que afrontamos las semanas más decisivas en bastante tiempo para el futuro de la ciudad. Sobre todo en lo que a política se refiere. Al tiempo.