Muere de un disparo de escopeta tras una discusión por una deuda de drogas

Ajustes de cuentas, robos que nunca se cuentan y una violencia soterrada, ligada al negocio de la droga, que cada vez se evidencia más en puntos claves del narcotráfico como Sanlúcar. Pese al discurso que todo lo achaca a una campaña de mala imagen, sucesos como el ocurrido en la madrugada de ayer subrayan el problema de orden público que acarrea este mal endémico de la provincia. Un hombre de de 42 años falleció en la medianoche de ayer por disparos de escopeta de caza. Así lo adelantaba ayer en exclusiva lavozdigital.es. El origen de ese desenlace trágico hay que buscarlo en el submundo de las drogas y sus trapicheos.

La víctima ingresó poco después de las 12 de la noche en el hospital Virgen del Camino de Sanlúcar en estado muy grave. Presentaba un disparo de postas en la cabeza y lesiones en uno de sus hombros. Los médicos poco pudieron hacer por salvarle la vida. Al certificarse su muerte, los facultativos avisaron a la Policía Nacional, ya que estaban ante un fallecimiento por causa violenta. Una dotación de la Policía Judicial y un forense se personaron y allí confirmaron la identidad del finado, conocido como el Nene; un vecino de la localidad que contaba con antecedentes por narcotráfico.

A corta distancia

El análisis de las heridas indicaba que la víctima había sido disparada a corta distancia. Los investigadores también pudieron confirmar que el fallecido no había llegado solo al hospital, sino que había sido ayudado por otras dos personas que abandonaron el lugar en un Nissan Terrano.

Los agentes dieron con uno de estos acompañantes a las pocas horas en el Barrio Alto de la localidad, y fue la persona que les relató qué había ocurrido en las inmediaciones de una vivienda situada en el Pago de San Jerónimo. Según la declaración de este testigo, el fallecido acudió a la casa de una mujer, identificada como Raquel C. R., de 37 años, para comprarle cocaína. El Nene no llegó a entrar en el chalé. Fue recibido en la puerta por la sospechosa que se negó a venderle porque aún no había saldado una deuda anterior. Esa negativa desencadenó una discusión, en la que Raquel C. R. llegó a esgrimir un palo. Sin embargo, el fallecido decidió marcharse y cuando ya se había subido al coche en el asiento del copiloto, fue disparado supuestamente por la traficante con una escopeta de caza de su propiedad.

Al cierre de esta edición, la Policía Nacional mantenía un dispositivo de búsqueda para dar con la sospecha, que es natural de Barcelona y le constan antecedentes por delitos contra la salud pública, robo con violencia y amenazas. Las mismas fuentes consultadas explicaron a este medio que confían en que el arresto sea cuestión de horas. El juzgado en funciones de guardia de Sanlúcar ha decretado el secreto de las actuaciones.