«Que demuestre su inocencia, si puede»

Jaume Matas, ex ministro de Medio Ambiente y ex presidente del Gobierno balear, ya no es militante del PP. El presidente de la formación, Mariano Rajoy, desveló ayer en un acto público celebrado en Canarias que Matas, acusado por la Fiscalía de trece delitos de corrupción en el ejercicio del cargo público, había solicitado su baja voluntaria en el Partido Popular hasta que se esclarezcan los hechos que se le imputan y que la dirección balear la había aceptado, «como es natural».

El líder de los populares, que durante varios días se había negado a realizar valoración alguna sobre el escándalo político desatado por la comparecencia del ex ministro ante los tribunales de Mallorca, aseguró, tras aceptar la baja temporal de militancia de su antiguo amigo, que «le deseamos lo mejor y que demuestre su inocencia, si puede». Sin embargo, para que nadie malinterpretase sus palabras de ánimo añadió acto seguido que el PP será «implacable en la lucha contra la corrupción».

La desvinculación de Matas del partido es un gran alivio para Rajoy, que desde hace días no oculta la preocupación por el efecto que el escándalo y las fotografías de archivo del ex ministro con él y con otros dirigentes populares pueden provocar en la imagen pública de la formación, a un año de los próximos comicios y justo cuando atraviesa su mejor momento en las encuestas electorales.

Matas presentó su petición de baja temporal en el partido un día antes de que José Castro, el titular del juzgado de instrucción número 3 de Palma de Mallorca y magistrado que instruye el 'caso Palma Arena', anuncie qué medidas cautelares le impondrá. El juez deberá decidir, además, si acepta la petición realizada por la Fiscalía Anticorrupción, que reclama para el ex presidente prisión provisional eludible mediante el pago de una fianza de tres millones de euros, la caución más alta pedida para un político en un procedimiento penal.

La renuncia del ex ministro de Medio Ambiente, que contaba ya 17 años de afiliación a sus espaldas, llegó después de conocerse que las direcciones tanto balear como nacional del partido estaban dispuestas a suspenderlo de militancia en cuanto se hiciese pública la resolución de medidas cautelares acordada por el magistrado encargado del caso.

Matas se anticipó de esta forma a la previsible sanción interna, y lo hizo gracias a que José Castro optó por aplazar hasta hoy la resolución que tenía previsto dictar ayer mismo contra él. El juez espera poder así elaborar con más tiempo un auto sobre «una causa compleja e importante y de evidente repercusión social», según indicaron fuentes judiciales.

Comunicado

Pocos minutos después de producirse las declaraciones de Rajoy, la dirección balear del PP emitió un comunicado oficial en el que aceptaba la petición de baja del ex presidente regional. En el escrito, la Ejecutiva regional asegura «respetar» la decisión de quien dirigió ese órgano durante una década y comunica que el ex presidente del archipiélago justificó su iniciativa en su intención de «no perjudicar políticamente» al partido con su 'via crucis' judicial. De hecho, los populares quisieron dejar claro que con esta medida de última hora el 'caso Palma Arena' queda desvinculado de la actual dirección de la formación en las islas.

Las imputaciones que pesan sobre Jaume Matas no son en absoluto menores. La Fiscalía le atribuye un total de diecisiete delitos, entre ellos, los de malversación de fondos públicos, prevaricación, cohecho, falsedad documental, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito fiscal y delito electoral.

Por ello y dada la gravedad de las penas que podrían recaer sobre él, los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach le atribuyen un elevado peligro de fuga. De ahí que hayan optado por solicitar para él prisión sólo eludible bajo fianza de tres millones de euros, la cifra más elevada que se ha impuesto nunca a un político.

Los fiscales sostienen, además, que el ex dirigente del Partido Popular de Baleares podría tratar de destruir pruebas o intentar ocultarlas en el extranjero. Más concretamente, en Estados Unidos, donde éste reside desde poco después de perder las elecciones autonómicas celebradas en 2007. En caso de que sea finalmente declarado culpable de todo lo que se le imputa, Matas podría pasar en la cárcel hasta 24 años, si bien la suma de todas las penas ascendería hasta los 68.