Primavera no apta para alérgicos

Ya se sabe que esta primavera será dura para las personas alérgicas al polen. También se entiende que tras una fuerte temporada de lluvias se produce una gran polinización. Pero lo que no se veía desde hace muchos años es una concentración superior a los 5.100 granos de polen por metro cúbico de aire. El año pasado se registraron 2.800. Esta previsión la hace la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), para las zonas de interior, donde abundan las gramíneas. El coordinador del Comité de Alergobiología, Javier Subiza, argumentó que el nivel 4.500 granos por metro cúbico de aire marca la frontera de las «primaveras intensas» y el impacto sanitario pasa a ser fuerte, ya que a partir de esta cifra se triplica el número de asistencias por asma en los servicios de salud.

Pero, como explicó el especialista en alergología, el gaditano Pedro Lobatón, esta concentración polínica afectará «desde Arcos para dentro, a las poblaciones serranas». En la Bahía de Cádiz, Conil, Chiclana y en Jerez de la Frontera el problema vendrá derivado de los ácaros y hongos generados por el exceso de humedad. Según explicó Lobatón, la concentración de polen señalada es extremadamente alta, por lo que los vecinos de los municipios serranos tendrán que tener especial cuidado con los síntomas alérgicos y prestar mucha atención al asma grave. De la misma manera que con las gramíneas, en Andalucía habrá que estar atento a los niveles de polen de olivo, abundante en nuestra comunidad. «Las temporadas de polen de gramínea y de olivo se superponen. Desde primeros de abril hasta mediados de junio será el periodo más complicado para las personas sensibles a estos alérgenos», puntualizó Lobatón. También será determinante si llueve o no en primavera, ya que unas precipitaciones continuas pueden asentar el polen y aliviar los síntomas a los alérgicos.

Deshumedificadores

Apoyado en su larga experiencia como alergólogo, Pedro Lobatón aconseja a los afectados de la Bahía por la alergia a los hongos y ácaros que tomen medidas de precaución diferentes a las que adoptan en la Sierra los alérgicos al olivo y las gramíneas. En las zonas costeras, y en cuanto cesen las lluvias, habrá que ventilar bien las viviendas; abrir las ventanas de par en par, aprovechando los momentos de sol; utilizar las habitaciones con orientación al sur; no usar moquetas, alfombras, ropas de abrigo ni nada que pueda dar cobijo a los ácaros. «Y es muy beneficioso el uso de deshumedificadores», apuntó el especialista.

Así, Lobatón añadió que en la Bahía tendrán que hacer «lo contrario que en la Sierra, donde para combatir al polen del olivo tendrán que mantener cerradas la habitaciones y ventilar lo menos posible».

Un punto en el que coinciden también los especialistas es en señalar que los afectados no tienen por qué aguantar los síntomas. «Es muy importante que acudan ya al médico para recibir un tratamiento preventivo, no sólo sintomático», argumentó Lobatón. Normalmente los afectados acuden a los centros sanitarios con síntomas en las vías altas: estornudos repetitivos, picor de ojos y tos. Es precisamente en este punto cuando hay que ir al médico y no esperar a tener crisis de asma. El doctor Lobatón, al igual que otros colegas, como el presidente de la Seiac, José María Olaguibel, defienden la conveniencia de recibir tratamientos de inmunoterapia como «las vacunas de última generación en comprimidos».