Protestas a las puertas del domicilio. / Efe

Excalibur ya ha sido sacrificado

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Excalibur, el perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola, ya ha sido sacrificado, han confirmado fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. El animal será llevado a una incineradora de Paracuellos del Jarama.

Han sido miembros del laboratorio de Seguridad Biológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) los que se han encargado de llevar a cabo el sacrificio del animal, "que no ha sufrido".

A las 18.27 horas ha salido el furgón con el cadáver, lo que ha provocado el enfado de los concentrados a las puertas que se oponían al sacrificio. Al grito de "asesinos" y otro tipo de exabruptos, la furgoneta ha abandonado el lugar mientras los manifestantes seguían gritando y criticando la decisión. Cinco personas se han tirado al suelo en plan de protesta y otros tantos se han puesto a llorar. Hasta el lugar han acudido cinco furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Desde que ayer se conociera que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid iba a sacrificar al animal para evitar el riesgo de contagio, más de 300.000 personas han firmado en las redes sociales para intentar frenarlo. De hecho, durante todo el día, a las puertas de la urbanización se han concentrado decenas de personas que pretendían impedir el paso del furgón que se llevara al perro. Al mediodía se ha vivido uno de los momentos de más tensión cuando una treintena de agentes, entre Policía Local y Nacional, han empezado a disuadir a las personas concentradas. Ha habido "cargas", según los testigos, y una mujer ha tenido que ser trasladada en ambulancia tras resultar herida leve.

En el lugar se encuentran los bomberos del Ayuntamiento de Alcorcón, que son los encargados de la coordinación del operativo, y un oficial de Bomberos de la Comunidad de Madrid, que está llevando a cabo labores de asesoramiento. También en el bloque se encuentran agentes de la policía local. Asimismo, en el exterior, donde continúan concentradas personas que quieren evitar el sacrificio del animal, hay agentes locales y de la Policía Nacional, que han acordonado la zona. De hecho, el portal donde vive la pareja está acordonado y sólo se deja pasar a los residentes.

La Consejería de Sanidad justificaba la decisión del sacrificio ayer en que el perro estaba en la vivienda en "estrecho y permanente" contacto con la paciente afectada por el virus y, de acuerdo con los hallazgos científicos disponibles, "supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre".

Permiso judicial

Esta mañana el Tribunal Superior de Justicia de Madrid informaba de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Madrid había autorizado a la Consejería de Sanidad a entrar en la vivienda de la enfermera contagiada para que se procediera a coger al perro del matrimonio para su sacrificio.

El permiso judicial se produce después de que ayer el marido de la auxiliar sanitaria se negara a permitir que se entrara en su vivienda, argumentando que su mascota es uno más de la familia. Por esa razón, cedió temporalmente la custodia de Excalibur a una protectora animal, en un intento de salvarlo.

A la urbanización donde residen Teresa Romero y su marido, Javier Limón, ubicada en la localidad madrileña de Alcorcón, llegaron esta mañana dos ambulancias, aunque sólo una -en la que iba personal vestido con trajes de protección contra enfermedades infecciosas- accedió al recinto. Las aproximadamente cincuenta personas que protestaban en la puerta -con gritos de "asesinos"- intentaron bloquear la entrada del vehículo sanitario.

Movilización en las redes

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid decretó el martes la orden de sacrificar al can para evitar así un posible riesgo de contagio. La decisión se adoptó pese a la petición del marido de la enferma de que se respetase la vida del animal.

La consejería argüye que el can permanecía en la vivienda en "estrecho y permanente" contacto con la paciente afectada por el virus del ébola y, de acuerdo con los hallazgos científicos disponibles, "supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre".

La decisión desencadenó una rápida respuesta en internet, donde más de 201.000 personas secundaron ayer el llamamiento del marido de la auxiliar de enfermería a través de la plataforma 'change.org'. "No es justo que además del contagio del ébola por parte de la auxiliar a consecuencia de la falta de medios, pierdan al perro por un simple capricho, cuando es mucho más fácil aislarlo o ponerlo en cuarentena igual que han hecho con el marido de la víctima", señala la petición de la plataforma de internet.

Por su parte, Sanidad argumenta que existen datos que confirman el hallazgo de perros con anticuerpos positivos del virus del ébola, lo que indica que canes pueden sufrir un proceso de viremia aunque se muestren asintomáticos. En consecuencia, no existe garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos orgánicos, con el riesgo potencial de contagio.