atletismo

La octava sinfonía de Ruth Beitia

La saltadora cántabra y el mediofondista Kevin López son las únicas opciones de medalla en el Mundial bajo techo de Sopot

MADRID Actualizado: Guardar
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Ruth Beitia tira de símil cuando le piden, como capitana de la selección española, que dé un consejo a ese pequeño racimo de atletas (nueve y los cuatro del relevo) que este fin de semana, de este viernes al domingo, disputarán en Sopot, una ciudad polaca que se asoma al mar Báltico, los Campeonatos del Mundo en pista cubierta. Y la saltadora, que tardó años en descubrirlo, lo explica toda resuelta: «El secreto es disfrutar».

Disfrutar le ha permitido a la veterana -ningún otro atleta nació antes de los 80- y primer referente del atletismo español seguir después de los Juegos de Londres, donde tenía programado detenerse. Una prórroga que le ha proporcionado varias medallas más y que le coloca en el camino de una nueva. Este invierno ha vuelto a saltar dos metros y se codea con las mejores del mundo: la más en forma, la joven rusa Maria Kuchina (líder del ranking con 2,01), la anfitriona Kamila Licwinko y la rediviva Blanka Vlasic (ambas, como la española, con dos metros).

La atleta de 34 años estira el símil y compara el deporte con las artes. «Esto es como el teatro: te tiras un montón de horas ensayando como para luego no disfrutar en el estreno...». Beitia estrena su octava sinfonía, su octava participación en un Mundial 'indoor', una cifra que sólo supera, con nueve presencias, una leyenda como la mozambiqueña Maria Mutola. Este viernes, a partir de las 10.00 horas (en España sólo se podrá seguir la competición en Eurosport), disputará una calificación en la que un salto de 1,95 le aseguraría una plaza en la final del sábado.

No se anda con rodeos la alumna del paciente Ramón Torralbo. «Mi objetivo es una medalla: soy la segunda del mundo». Y a las puertas de los 35 años, ella, que ha tenido de todo en estos Mundiales de bolsillo (una medalla de plata en Doha 2010 y una de bronce en Moscú 2006), que sólo una vez se quedó fuera de la final, descubre un segundo secreto. «Si lo necesito, espero tirar de experiencia». Nunca ha sido campeona, ni ha acechado el récord del mundo, pero tiene algo que nadie más posee: es la única atleta que lleva 14 temporadas consecutivas saltando por encima de 1,94, un dato que la encumbra como un prodigio de regularidad.

El incómodo Kevin

La prueba de los 800 metros, con tres series durísimas que clasifican a los ganadores y los tres mejores tiempos, es una de las más esperadas por los polacos. En esta distancia, en las cuatro vueltas a pista, hay dos referentes para los organizadores: Marcel Lewandowski y Adam Kszczot, quienes confían repartirse las medallas con el poderoso y jovencísimo etíope Mohammed Aman (líder del año con 1:44.52). Por eso incomoda la presencia de ese pequeño mediofondista con nombre de piloto de motociclismo, Kevin López, que tan bien se desenvuelve en el anillo de 200 metros.

El sevillano ha corrido este invierno en unos 1:45.69 nada desdeñables, el sexto más rápido del mundo. De ahí que si supera la dura criba de las series, pondrá a prueba a sus rivales, con su fantástica aceleración, en busca de una sorpresa.