MELILLA

Otros 150 subsaharianos intentan entrar a Melilla a plena luz del día

Ocurría pasadas las 14:30 horas por la zona norte conocida como Río Nano. Finalmente ningún inmigrante ha logrado su objetivo de pisar suelo español

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Nuevamente el gran despliegue de efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla, en cooperación de las fuerzas marroquíes, han logrado frenar un nuevo intento de entrada a la ciudad autónoma a a través del vallado fronterizo. El último conato de salto se ha producido este misma tarde, sobre las 14:30 horas, y lo ha protagonizado un grupo de unos 150 inmigrantes de origen subsahariano que ha sido avistado dirigiéndose hacia Melilal a la altura de la vaguada conocida como Río Nano, en al zona norte de la ciudad.

Es el tercer intento en menos de 24 horas, después de que un gran número de inmigrantes fuera dispersado al amanecer, cerca de donde se ha producido el último intento. El rápido despliegue de la Guardia Civil y de las Fuerzas Auxiliares marroquíes no ha permitido al grupo de inmigrantes llegar a tocar el vallado exterior, aunque en torno a las 07.00 horas ha estado muy cerca de conseguirlo.

Durante más de dos horas, este numeroso grupo de subsaharianos ha ido escondiéndose por los pinares de Mariguari, al norte de Melilla, e intentando esquivar los férreos controles de seguridad establecidos por las fuerzas actuantes de ambos países para lograr su objetivo de pisar suelo español. Pocas horas antes, a medianoche, otro conjunto de subsaharianos fue avistado en las inmediaciones del paso fronterizo de Farhana, aunque finalmente no pudieron accerder a territorio español.

Aumentar los efectivos y agilizar las salidas de inmigrantes

El delegado del Gobierno en Melilla ha asegurado que se ha planteado a la Guardia Civil la posibilidad de ampliar el dispositivo de seguridad y “anti intrusión” en el perímetro fronterizo melillense. Una medida que de momento no se sabe si se hará efectiva pero que permitiría mayores rotaciones en los servicios y daría a la población una mayor sensación de protección.

De momento, la plantilla habitual de la Comandancia local está reforzada con dos unidades de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), formados por medio centenar de agentes con vehículos y material antidisturbios.

A estos refuerzos hay que sumar el helicóptero de la Benemérita dotado con tecnología punta preparada para las labores de prevención y vigilancia de fronteras.

Por otra parte, Abdelmalik El Barkani cree que es preciso seguir en la linea de agilizar los traslados a centros de acogida peninsulares de aquellos inmigrantes que permanecen internos en Melilla. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI) supera con creces el doble de su capacidad óptima y muchos de sus residentes llevan meses e incluso años acogidos.

En estos traslados al continente europeo, El Barkani ha recordado que tienen prioridad las mujeres embarazadas, las madres con hijos y las unidades familiares. Y la mejora de estas salidas programadas depende de la disponibilidad de plazas de los centros al otro lado del Mediterráneo.

Para esta misma semana se tiene programada la salida de medio centenar de inmigrantes acogidos en el CETI y se espera poder hacer ir haciendo un traslado semanal hasta que el centro melillense deje de estar desbordado.

La presión migratorio continúa

La presión migratoria sobre Melilla sigue siendo muy fuerte. El pasado lunes, 17 de febrero, 150 inmigrantes, en su mayoría cameruneses y malienses, conseguía llegar a Melilla en un salto en el que participaron unas 250 personas. Y durante los días 6 y 7 de febrero, al menos 1.400 personas intentaron acceder también a través del vallado fronterizo en diferentes conatos de entrada.

Las organizaciones que trabajan por los derechos de los inmigrantes a ambos lados de la frontera hispano marroquí cifran en unos 2.500 los subsaharianos que se encuentran en la comarca oriental de Marruecos -que abarca las provincias de Nador, Berkane y Oujda- con la intención de migrar hacia Europa.

Las Fuerzas Auxiliares marroquíes llevan dos semanas peinando sin descanso los campamentos de inmigrantes que se extienden por los bosques del monte Gurugú y las colinas que bordean los pueblos de Selouane y Afra, en la provincia de Nador. Muchos han sido llevados a Rabat para ser identificados o repatriados. Otros han huido hacia los asentamientos cercanos a la frontera con Argelia.

Fuentes de la Guardia Civil aseguran que están en alerta máxima y que se prevén intentos continuos de grupos numerosos durante esta semana. Una situación que se puede