«Hago balance todas las mañanas pero necesito parar»

Pablo Alborán (Málaga, 1989) sabe que necesita un descanso, pero no será antes de subir a los escenarios españoles su segundo de estudio, 'Tanto'. El artista que más discos vendió en España en 2011 y 2012, con más de un millón de copias despachadas, comienza este viernes 17 de mayo una esperada gira que arrancará en Almería y le llevará a una veintena de ciudades, incluyendo una doble cita en las plazas de Madrid, Barcelona y Valencia, donde las entradas se agotaron de forma vertiginosa.

Los últimos tres años han sido para el malagueño como vivir un sueño en vida, con tres discos a las espaldas -dos de ellos de estudio- que han permanecido un total de 70 semanas en el número uno de las listas de España y Portugal y han logrado 17 discos de platino. Una carrera meteórica que ha alcanzado también a Latinoamérica, donde ha tenido la oportunidad de presentar su apuesta musical en varios países e incluso triunfar en el mítico festival chileno de Viña del Mar, donde logró todos los premios a los que optaba -Antorcha de Plata, Antorcha de Oro, Gaviota de Plata y Gaviota de Oro- otorgados por el público del concierto de la Quinta de Vergara. "En el mercado latinoamericano siempre ha sido muy duro empezar de cero y me siento un privilegiado de haber podido presentar mi música y ver que algo se empieza a mover por allí. Dicen que es un mercado frío pero yo canto para quien quiera escuchar, porque la música no entiende de lenguas ni sistemas, sino de emociones", explica.

"Necesito parar para poder asimilar todo, hacer balance y dedicar tiempo para hacer todas las cosas que no me ha dado tiempo a hacer con el ritmo que he llevado los últimos tres años", explica el artista, que se tomará un tiempo semisabático cuando termine el último concierto del mes de octubre. "También quiero hacer un nuevo disco, pero para eso tengo también que vivir. Hago balance todas las mañanas pero necesito parar", explicaba el malagueño en la presentación a la prensa de la gira 'Pablo Alborán 2013', un espectáculo concebido a lo grande y en el que el show puro y duro -pantallas, luces y efectos- va de la mano con una producción cuidada al extremo tanto en la parte técnica como la artística y un escenario en el que Alborán pasará del micrófono al piano y de ahí a los tambores. "Son alrededor de 25 temas seleccionados de entre todos los discos; habrá rock, bosanova, blues, una parte más acústica, sonidos electrónicos y también hay baile", enumera el artista.

Alborán cierra con esta gira un ciclo que despegó en 2010, cuando decidió colgar en intenet algunas de sus canciones y acabó convirtiéndose en un fenómeno de masas y publicar su primer single apenas unos meses después. No se reconoce sin embargo con la imagen que proyecta, la de la esperanza de una industria discográfica en plena reconversión. "La música sale sola y me muero de ganas por ver cómo sobrevive a todo lo que va pasando, creo que está por encima de todos los sistemas porque hablamos de algo que te pone la piel de gallina cuando lo escuchas y ahí no hay nada de industria", señala.