EE UU determina un nuevo mínimo anual

Los últimos datos de paro semanal e, incluso, la encuesta publicada por la agencia privada ADP el pasado miércoles lo anticipaban: no se podía esperar nada bueno del informe oficial de empleo publicado hoy por la tarde. Y la decepción fue brutal. Durante el mes de marzo, se crearon 88.000 nuevos puestos de trabajo en la economía no agrícola, menos de la mitad de los 190.000 previstos por los analistas, y por debajo también de los 268.000 del mes anterior (según el dato revisado desde los 236.000). En definitiva, se trata del peor dato desde el mes de junio del pasado año. El sector privado ocupó a 95.000 nuevos trabajadores, frente a los 200.000 que esperaba el mercado. Y en el sector manufacturero se destruyeron 3.000 puestos de trabajo por sorpresa, cuando se esperaba que se hubiera ocupado a 10.000 trabajadores. Pese a que las cifras del mes de febrero se revisaron al alza, ello no sirvió para compensar la decepción provocada por las de marzo.

Pese a todo, la tasa de paro cayó una décima, desde el 7,7% hasta el 7,6%, la cifra más baja de los cuatro últimos años. Este dato se calcula con otra encuesta y su descenso puede responder a la posibilidad de que haya desempleados que hayan dejado de buscar empleo, porque consideran imposible encontrarlo. De hecho, la tasa de participación laboral ha caído hasta el 63,3%, un nivel que no se veía desde mayo de 1979. Los recortes presupuestarios pueden estar haciendo daño a la primera economía del mundo.

Estas referencias cayeron como un jarro de agua fría en los mercados. Aunque éstos estaban preparados por los malos datos publicados previamente, también hay que tener en cuenta que la recuperación americana era un elemento que se daba por hecho. Si esto también se pone en cuestión, tendríamos que hablar de muy malos augurios para la evolución de las Bolsas.

Para el Ibex-35 ya lo son. Porque hoy se alejó todavía más de los 7.900 puntos. El selectivo español dio un último cambio en los 7.798,40 puntos, lo que supone un descenso del 0,63%, y marcar un nuevo mínimo anual.

La caída de la prima de riesgo relaja los descensos

El selectivo español comenzó la sesión en verde, entró en números rojos pasadas las doce de la mañana y a partir de las dos y media de la tarde, cuando se publicó el dato de empleo de EE UU, profundizó sus caídas, para marcar el mínimo de la sesión a las cuatro de la tarde en los 7.716,70 puntos. En la última hora y media de cotización, el selectivo rebotó gracias a la mejora de la prima de riesgo, que justo comenzó a corregir a primera hora de la tarde, para terminar la sesión en los 353 puntos básicos desde los 367 en los que terminó la sesión anterior. La rentabilidad del bono español a diez años bajó desde el 4,83% hasta el 4,72%. También se relajó la prima de riesgo italiana: cayó hasta los 316 puntos básicos.

No sólo cayeron las rentabilidades de los bonos periféricos. También lo hicieron las de la deuda alemana (el diez años, desde el 1,23% hasta el 1,21%), francesa, holandesa…

Y, además, a los periféricos no les mejoraron los datos sólo en la deuda a largo plazo. También ocurrió en el corto plazo. La rentabilidad del bono español a dos años cayó desde el 2,10% hasta el 2,01%. Pero subió la de su comparable alemán: de hecho, volvió a ser positiva después de cinco sesiones consecutivas con tipos negativos. Aunque en otros mercados “core”, las rentabilidades a corto plazo también bajaron, síntoma de que están recibiendo dinero, dicen, de la deuda japonesa (ésta ya da tan poca rentabilidad por el sobre-estímulo del Banco de Japón, que los inversores necesitan comprar otra que dé un rendimiento algo mayor).

La caída de la prima de riesgo salvó al selectivo español de perder más. Porque hubo otros indicadores en Europa que sufrieron pérdidas muchísimo más severas. Por ejemplo, el Dax alemán, que cedió un 2,03%. O el Cac 40 francés, que retrocedió un 1,68%. El Ftse 100 británico, por su parte, se dejó un 1,49%. La periferia europea salió mucho mejor parada: el PSI-20 de Lisboa cayó un 0,76%, mientras que el Ftse Mib de Milán cerró en verde, con una revalorización del 0,64%.

En Europa no se publicaron malos datos. Las ventas al por menor cayeron en febrero un 0,3% mensual, por debajo del 0,4% que esperaban los expertos. En cambio interanual, la caída fue del 1,4%, más de lo previsto. En Alemania, los pedidos a fábrica superaron expectativas. Por eso sorprende la fuerte caída registrada por el mercado bursátil alemán.

El dólar, a la baja; las materias primas, también

El informe oficial de empleo de Estados Unidos provocó una depreciación del dólar y, por tanto, una subida del euro: recuperó la cota de 1,30 unidades. Al cierre de los mercados europeos se colocaba en 1,3028 dólares.

En el mercado de materias primas, pese a la caída del dólar, también observamos significativos descensos. El barril de Brent, de referencia en Europa, cayó un 1,53%, para dar un último cambio en los 104,71 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, bajó un 0,69%.

El oro sí se hizo valer como activo refugio: rebotó un 1,04%, pero sigue muy lejos de los 1.600 dólares. Al cierre se cambiaba por 1.568 dólares.

En el mercado español, Iberdrola fue el valor más rentable, con una revalorización del 2,03%. A continuación, Sacyr Vallehermoso y BME, cuyos avances se acercaron al punto porcentual. Repsol, Popular y Acerinox completaron la lista de valores en verde.

En el otro lado de la tabla, IAG, que fue el valor que más cayó, con un descenso del 7,31%, hasta los 2,77 euros. Todas las aerolíneas del mundo bajaron con fuerza como consecuencia del rebrote de la gripe aviar en China. Le siguió Dia, con un recorte del 4,03%. Mediaset, Grifols y Abengoa perdieron más de un 3%.

En el Mercado Continuo, Urbas fue el valor más rentable, con una revalorización del 7,69%. Le siguió La Seda de Barcelona, con una subida del 6,60%. En el otro lado de la tabla, Realia, que perdió un 13,43%. Fue el único valor que bajó más que IAG.