Llorente dimite por sorpresa, empujado por la Generalitat

Manuel Llorente ya no es presidente del Valencia, tras presentar por sorpresa este viernes su dimisión, empujado por la Generalitat. Como consecuencia del «cambio de escenario» provocado por el nombramiento dos días antes de un nuevo máximo responsable de la Fundación (Federico Varona) destinada a fiscalizar su gestión, Llorente ha decidido abandonar su cargo después de casi cuatro años en la presidencia. Aunque su etapa al frente del club debía haberse prolongado hasta final de temporada, el enfrentamiento entre Llorente y la Generalitat se ha saldado finalmente con la renuncia del dirigente, a quien gran parte de los aficionados no han dejado de reclamar sin éxito su marcha. «Tengo la experiencia en Mestalla del descontento de la afición conmigo. En los últimos días parecía que era yo el obstáculo», lamentó.

Fernando Giner será el presidente interino, pero el actual consejo de administración del Valencia continuará para llevar a cabo la transición, antes de que se convoque una junta general extraordinaria, en la que los accionistas se encargarán de nombrar a su sustituto, con la mayoría de títulos (más del 70%) en manos de la Fundación controlada por el Gobierno valenciano. Manuel Llorente, a quien se le llegaron a soltar las lágrimas durante su comparecencia ante la prensa en el día de su adiós, aseguró que no desea ser «un contrapeso de la Fundación» y defendió con vehemencia su gestión, durante la cual el Valencia ha reducido la «deuda heredada» de 550 a 400 millones de euros y ha cerrado los últimos ejercicios con superávit.

«Hoy es el momento de que me ponga medallas. Voy a ser un poquito vanidoso. Yo tengo muchas medallas puestas, y son las medallas de la gestión de los últimos cuatro años. A unos les gustará, aunque a otros le jode y otros lo ven bien. Estaría mucho más fastidiado si hubiéramos malvendido Mestalla antes que vender a un jugador», comentó Manuel Llorente, que traspasó a Villa, Silva, Mata, Albiol y Marchena (cinco campeones del mundo) por más de 100 millones, y al campeón de Europa Jordi Alba (14 millones) para sanear un club amenazado incluso con la desaparición. También ha gastado en fichajes casi 50 millones en las dos últimas temporadas.

Manuel Llorente insistió en la progresión financiera y deportiva de la entidad a lo largo de un periodo «en el que el Valencia ha jugado por primera vez tres 'Champions' consecutivas y hacía tiempo que no tenía un presupuesto equilibrado y con beneficios durante cuatro años seguidos». «El problema del Valencia era económico, y el primer objetivo que se puso este club fue sanear su economía. Esta temporada ganaremos entre seis y siete millones de euros, después de ganar cuatro en la anterior», subrayó orgulloso y emocionado.