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Higuaín y Benzema despiertan a tiempo

Mourinho provoca la reacción de sus ‘nueves’ y ambos le responden en el tramo decisivo de la temporada

MADRID Actualizado: Guardar
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«Es una buena noticia que los delanteros centro hayan marcado. Esto tiene que ser un impulso para el futuro», destacó Emilio Butragueño tras el 3-0 al Galatasaray. «Benzema e Higuaín han hecho sus goles y eso es bueno para su confianza», reconoció José Mourinho, sin querer dar mayor importancia al reencuentro de ambos con la portería contraria, «porque también es más fácil para los delanteros cuando tienen equipo». El técnico portugués había exigido eficacia y trabajo al francés y al argentino, logró picarlos antes de afrontar la ida de cuartos de final de la ‘Champions’, en la que dio la titularidad a Benzema y le sustituyó por Higuaín, y ambos le respondieron, para mantener esa competencia que tanto gusta a Mourinho.

Cristiano Ronaldo está en otra dimensión y casi siempre marca (ya máximo goleador de la Liga de Campeones en solitario, con nueve goles), pero el Madrid necesita a sus ‘nueves’ en su camino hacia la ‘décima’ Higuaín y Benzema han despertado a tiempo. En el tramo decisivo de la temporada, cuando, en menos de dos meses, a los blancos desconectados de la Liga le quedarían cuatro partidos para la conquista de la ansiada Copa de Europa, aparte de la final de la Copa del Rey. Los delanteros centro se alimentan de goles y de rachas, y los casos del ‘gato’ y el ‘Pipita’ empezaban a ser preocupantes. Con evidente sobrepeso ambos, Mourinho les obligó a entrenar los días libres en sesiones de mañana y tarde para recuperar la forma que habían abandonado, y debieron ponerse a tono.

Además, el francés estaba golpeado por cuestiones extradeportivas: su retirada de carnet de conducir por exceso de velocidad, el próximo juicio junto a Ribéry por recurrir hace un lustro a una prostituta menor de edad y los ataques de la ultraderecha francesa por no cantar ‘La Marsellesa’. Junto a los pitos y abucheos de la afición de su país por una sequía goleadora que dura ya más de 1.000 minutos. A Higuaín, en cambio, con el futuro siempre incierto, no ha dejado de perseguirle su origen -fue un fichaje de Ramón Calderón- y la sombra de Falcao y, ahora otra vez la de Agüero, como sustitutos suyos para la próxima temporada. Mourinho sorprendió al dejar al argentino fuera del once ante el Galatasaray, pero le concedió 25 minutos y, espoleado por el 2-0 de Benzema, tuvo plena efectividad: un remate y gol. El francés disparó en dos ocasiones y acertó en una.

Con palo y zanahoria

Aunque la regularidad no va con Benzema e Higuaín, que alternan en el puesto de ariete y sufren demasiados altibajos, el demoledor tridente ofensivo madridista -Cristiano y ellos dos también coincidieron hace tres semanas en el 5-2 al Mallorca- ha reaparecido en el momento más oportuno, cuando el Madrid precisa de pegada para tener más posibilidades de éxito en la ‘Champions’. La temporada del francés y el argentino está siendo muy discreta, más bien mala (29 goles entre los dos en todas las competiciones), cuando a estas alturas de la pasada campaña llevaban 52: 28 el delantero de origen argelino y 24 el ‘Pipita’. Ahora es Higuaín el que supera a Benzema, aunque no en Europa, donde mientras uno se crece y se siente poderoso (Karim) el otro se apaga y pierde fuelle (Gonzalo). El del miércoles fue el primer gol de Higuaín en la presente campaña. En cambio, en su partido número 50 en la ‘Champions’ (en el Lyon y el Madrid), Benzema marcó al Galatasaray su cuarto gol europeo del curso, para sumar ya 18 en 31 partidos con el equipo blanco en la que es su competición preferida.

Con defensores y detractores por partes iguales, es difícil encontrar dos delanteros centro que tanto debate generen en un mismo equipo. Siempre en el punto de mira, porque les falta continuidad, cuando al Madrid se le exige que disponga de un ‘9’ letal, de un verdadero ‘matador’ del área, aunque con Cristiano llueva bastante menos, el gol es lo único que puede salvar la temporada de ambos. Mourinho se encarga de estimularlos a su manera con palo y zanahoria y los dos han entendido el mensaje. Cuando lo ha creído oportuno, el entrenador no ha dudado en atizar a Benzema, débil mentalmente, para que dé la cara. A Higuaín, en cambio, a quien convenció para seguir en el Madrid y ha elogiado recientemente por sus asistencias a Cristiano, le tiene ganado para la causa. Sin embargo, para provocar su reacción y, para levantar a su rival, le dejó en el banquillo. Otro plan estudiado y otro acierto.