Fútbol | Liga de Campeones

El Madrid sentencia sin brillo

Los de Mourinho aprovecharon la debilidad del Galatasaray para reservar en el Bernabéu el billete para su tercera semifinal consecutiva

MADRID Actualizado: Guardar
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Llegados ya a estos niveles en la alta competición, hay detalles que marcan la diferencia y están ligados más a la historia e idiosincrasia de los clubes que a sus propios jugadores. Más allá de los futbolistas del momento, de su estado de forma, de que Benzema e Higuaín recuperan su olfato goleador y del estilo que propongan los técnicos, están los equipos. Y salvo un brusco giro histórico, el Madrid siempre será mejor que el Galatasaray. Disfrutará de mayor pegada y gozará de más ayudas arbitrales. Podrían ser los turcos ya campeones de su Liga, que no es el caso, y los de Mourinho estar lejos de la ‘Champions’, que tampoco lo es, y el Madrid sería el indiscutible favorito de la eliminatoria igual que Brasil, Alemania o Italia son candidatos en todos los Mundiales aunque añorasen tiempos mejores. Fue el de anoche uno de esos típicos duelos en los que quizá el visitante toca más pero todo el mundo tiene claro que el gol está mucho más cerca del local. Sobre todo porque este bloque forjado por Mourinho apenas necesita elaborar y brillar para destrozar a los rivales que osan jugar abiertos.

Salvo la inclusión de Essien en detrimento del discutido Arbeloa y en menor medida la titularidad de Benzema en perjuicio de Higuaín, el duelo cumplió fielmente el guión. Se vio a un Madrid atento, disciplinado, con sus estrellas convencidas de que en citas de enjundia no caben fallos ni distracciones. Hasta dos o tres jugadores pendientes de las ayudas para que los Sneijder, Drogba y Burak Yilmaz no recibieran cómodos y pudieran lucir. Un signo inequívoco de que no servía jugar a medio gas, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de partidos de esta Liga tediosa por la enorme diferencia entre los dos ricos y el resto.

Una vez más, no le importó a ‘Mou’ la posesión del balón. Robos y transiciones rápidas y concretas, que diría el ‘Cholo’ Simeone. Alabó en la víspera el técnico luso a los turcos, pero en su fuero interno seguro que conocía que el método del Galatasaray le venía de perlas a su ejército. Ciertamente, no es el típico adversario incómodo, que se pertrecha y utiliza todo tipo de armas para perder el tiempo y cortar el ritmo al enemigo. Todo lo contrario. Juega y deja jugar, permitiendo una y otra vez esos contragolpes que este Madrid dibuja sin parangón en el mundo. Demasiados blandos y parsimoniosos los turcos para salir airosos de tan dura batalla. No eran falsos modestos sus fieles hinchas, mezclados en muchas zonas de la grada con los madridistas, al pregonar que, con victoria o derrota, era una noche festiva porque visitaban en el Bernabéu al equipo más laureado del mundo. Sonaba a rendición.

Özil juega al engaño

En su primera aproximación, el Madrid hizo diana. Una gran maniobra entre Benzema y Özil, cuya imaginación entre las líneas rivales destrozó a los turcos mientras hubo partido, permitió que Cristiano se plantase solo ante Muslera. El portugués marcaba de toque sutil su noveno gol en nueve partidos de ‘Champions’ y desempataba al frente con Yilmaz al frente de la tabla de goleadores. Acusaron el golpetazo los ‘ricos’ y más europeos de Estambul, enemigos acérrimos del Fenerbahce, con el que disputan el llamado clásico intercontinental de la Superliga. Drogba, viejo y desgastado pero aún con un físico que obligó a emplearse a fondo a Ramos y Varane, de nuevo imponente, pudo empatar pero no acertó en su disparo. Los turcos lo intentaron desde lejos, como si pensaran que Diego López era más vulnerable. Pero el portero lucense estuvo segurísimo un día más. Reclamaron un penalti por mano de Khedira. También al final otra pena máxima por pisotón de Ramos a Yilmar que el casero colegiado noruego zanjó con amarilla para el delantero de moda, baja para la vuelta.

Cerca de la media hora, el Madrid golpeó de nuevo. Un centro pasado de Essien, un error mayúsculo de los zagueros, un buen control de Benzema y un remate preciso. Acababa Karim con esa sequía que le reprochan, aunque ya ha firmado cuatro dianas en esta ‘Champions’. Sneijder no compareció en la reanudación. El Galatasaray trató de ser más agresivo pero no le llegó para inquietar a un Madrid muy serio. Los blancos dejaron hacer hasta tres cuartos pero cerraron bien. Después de once partidos europeos con tachas, al fin no encajaron gol. Y aprovecharon para sentenciar en una estrategia dibujada por Xabi Alonso y definida por Higuaín, que se estrenaba este curso en la máxima competición continental. Con todo resuelto, el donostiarra y Ramos se buscaron una amarilla para ser baja en el Turk Telekom Arena.