FÚTBOL | SELECCIÓN

Villa vuelve a casa con pocas alegrías

El delantero no mojó y fue sustituido ante la decepción de ‘La Mareona’

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay días en los que no hace falta que pase nada para que se sucedan historias, celebraciones y reencuentros. Así, Sergio Ramos, Vicente del Bosque, Cesc Fábregas, Santi Cazorla, Carlos Mata y, sobre todo, David Villa ya guardan ya el partido de Gijón en su caja de recuerdos especiales.

El de Tuilla volvía a El Molinón de héroe y se fue entre palmas y pitos. Los silbidos no fueron para él, eran la muestra de decepción de la ‘Mareona’ cuando en el minuto 65 se quedaron sin su hijo pródigo, que saltaba feliz al campo tras varias vueltas con la sensación de «robar en casa propia». Apenas tuvo ocasiones para aumentar su registro como el mejor goleador histórico del combinado nacional. No mojó y, además, tuvo que vivir desde el banquillo el inesperado empate finlandés.

Solo el resultado rompió el sueño cumplido de los asturianos de ver a sus tres representantes con la camiseta española. Cazorla y Villa saltaron en el once inicial y Mata (burgalés de nacimiento, asturiano de adopción) entró por Cesc.

Precisamente, el catalán cuenta en ‘La Roja’ con el protagonismo y el apoyo del que parece carecer en las últimas semanas en el Barcelona. El seleccionador confía ciegamente en Fábregas y siempre le hace un hueco en su esquema. De nuevo comenzó como falso nueve, con Villa desplazado a la izquierda y, cuando Del Bosque cambió el dibujo, le movió al centro del campo para organizar la ofensiva local.

Satisfacción a medias

Mientras, Ramos se puso a cien como protagonista. El defensa del Madrid se hizo centenario vestido de capitán y sufriendo durante muchos minutos por puro aburrimiento ante el futbolín finlandés, dos líneas casi perfectas enfiladas frente al área de Maenpaa (el portero nórdico que vivió un partido mucho más tranquilo de lo esperado, sobre todo en la primera mitad).

El Faraón de Camas se convirtió en el jugador más joven de Europa en alcanzar los tres dígitos de internacionalidades sin la compañía de Casillas, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Puyol y Torres, el resto de miembros de la Roja que ya cuentan con la centena de presencias con la selección. Y lo celebró con un gol, el que abrió la hermética lata rival, pero Pukki dejó en gris oscuro el recuerdo del partido.

De hecho, el andaluz comentó al final del encuentro que el resultado empañaba su alegría porque «lo verdaderamente importante es el éxito del equipo». El balance de Ramos era negativo pese a su aniversario porque, «después de tener el partido controlado, vimosr cómo se escapaba en los últimos minutos». «Para nosotros era la cita más importante, no pensábamos en el martes contra Francia, pero ellos han optado por encerrarse atrás y nos ha faltado precisión de cara al gol», analizaba el defensa. Con la vista ya puesta en el Saint Denis, el madridista se mostró «convencido de que podemos ganar en París».

Su entrenador también fue capitán de España en El Molinón en sus tiempos de cerebral centrocampista, pero Vicente del Bosque será mucho más recordado por su estrella como técnico, la de campeón del mundo que ha colocado en el pecho de la elástica de la selección, y por ser el director de la orquesta patria con más partidos en el banquillo. Ayer alcanzó los 69 _–con 57 triunfos–, aún le quedan unos cuantos más, el mítico Ladislao Kubala se ha quedado definitivamente atrás. Pero Del Bosque no estaba precisamente feliz al final del choque. Para el seleccionador era «casi impensable» que con semejante dominio del juego los finlandeses llegaran a empatar, pero no quitó méritos al ordenado rival. Sí que admitió los errores propios. Fundamentalmente, como ya había señalado Ramos, criticó la falta de acierto ofensivo para «rematar y sentenciar el partido con un segundo gol».