FÚTBOL | SELECCIÓN

Un ambiente de maravilla

Gijón recibió a la selección española por todo lo alto ocho años después

GIJÓN Actualizado: Guardar
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El mismo día del partido la Federación Española de Fútbol puso a la venta 450 entradas que estaban destinadas a compromisos, pero que finalmente fueron ofrecidas a los aficionados. En media hora se despacharon sin problemas, ya que el público gijonés tenía tantas ganas de ver a su selección que incluso decenas de hinchas decidieron pasar la noche a la intemperie para llegar a tiempo a la taquill.

El público asturiano no paró de animar desde que el combinado nacional piso el terreno de juego para calentar. Minutos antes de que sonaran los himnos de los dos países, se escuchaba la alineación de España por lo megafonía. Cuando el ‘speaker’ nombró a David Villa, los aficionados enloquecieron para recibir al ‘Guaje’, que volvía al campo que lo vio nacer. Antes de que comenzase el partido, en la grada ya se escuchaba un cántico muy habitual que solía retumbar en E Molinón cuando el delantero asturiano jugaba en el Sporting: “Illa illa illa, Villa maravilla”.

Durante todo el día se pudo ver a aficionados finlandeses por las calles de Gijón, muchos de ellos en camiseta. “El tiempo que hace estos días en el norte de España es algo similar a nuestro verano”, reconocía un finlandés. Alrededor de 500 hinchas pusieron el colorido a la esquina norte del estadio gijonés y apoyaron en todo momento a su selección.

En cuanto Sergio Ramos anotó el primer gol, la afición asturiana que estaba un poco dormida, se enganchó al equipo haciendo la ola en el reformado estadio.

Cuando Del Bosque decidió poner a Negredo y quitar a Villa, El Molinón empezó a silbar al seleccionador. El público gijonés quería disfrutar del ‘Guaje’, ya que desde que había salido del Sporting no había vuelto a jugar como local en el coliseo gijonés.

Los pitos a Del Bosque por la sustitución del delantero del Barcelona duraron unos segundos, ya que la afición no dudo en levantarse, aplaudir, y volver a cantar: “Illa illa illa, Villa maravilla” al delantero que salió de la escuela de fútbol de Mareo. Otro de los ovacionados fue Juan Mata. El jugador del Chelsea, que partía como suplente, sustituyó a Cesc, y ‘El Molinón’ se olvidó de su pasado en el Oviedo para recibirlo de la mejor manera posible.

A doce minutos para que acabara el partido, una contra de Finlandia enmudeció el estadio gijonés, y los más de 500 finlandeses que habían venido hasta tierras asturianas despertaron. Para ellos empatar, a la campeona de Europa y del mundo era un sueño hecho realidad. Pese al punto conseguido, el público de Gijón disfrutó con ‘La Roja’. Los aficionados esperaban una victoria, con goleada incluida, y un tanto de Villa, que fue el principal protagonista en la vuelta de España a un estadio, donde por cierto, todavía no ha perdido el combinado nacional.