Evo Morales, junto a Nicolás Maduro. / Reuters | Atlas
FIN DE UNA ERA EN VENEZUELA

Maduro toma el mando y una marea roja despide a Chávez

El mandatario no consiguió superar los problemas respiratorios derivados de la última operación del cáncer que padecía.

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El cortejo fúnebre del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez partió este miércoles del Hospital Militar Carlos Arvelo de Caracas para iniciar un recorrido rumbo a la Academia Militar, donde se ha instalado la capilla ardiente. En el transcurso del mismo, una multitud de venezolanos ha acompañado el féretro con los restos del mandatario. Miembros de la Casa Militar portaban el ataúd, que iba envuelto en la bandera nacional. Apoyada en él iba la madre del expresidente, Elena Frías, que lloraba desconsolada mientras sonaba el himno venezolano que dio inicio al acto.

La carroza llegaba finalmente a su destino tras un recorrido que duró más de siete horas e inundó la calles de Caracas de miles de simpatizantes vestidos del tradicional color rojo del chavismo y con banderas de Venezuela.

El Gobierno no ha dado cifras sobre el seguimiento de este cortejo fúnebre, pero las imágenes de los medios de comunicación locales mostraban unas calles abarrotadas en las que proliferaban las pancartas en recuerdo a Chávez y se escuchaban cánticos de apoyo y numerosas muestras de dolor por quien dirigiese el país durante catorce años. Encabezando la comitiva aparecía el vicepresidente y ahora mandatario en funciones, Nicolás Maduro. Otras figuras de la política venezolana, como el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y varios ministros, formaban parte de la marea roja, así como el presidente de Bolivia, Evo Morales.

Mientras tanto, Venezuela ha comenzado a dar sus primeros pasos de una nueva era sin Chávez. Aunque la Constitución establece que debe ser el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, el que asuma de forma interina la máxima magistratura de la nación, será el ‘heredero expreso’ del líder bolivariano, Nicolás Maduro, quien tome el timón para marcar el rumbo de la transición hacia unas elecciones que deben convocarse en el plazo de un mes. Así lo ha anunciado el ministro de Exteriores, Elías Jaua, haciendo ley los deseos del mandatario fallecido que designó como sucesor al hasta ahora vicepresidente cuando la enfermedad empezaba a dar signos graves de que podía acabar con su vida en breve plazo.

El Gobierno ha decretado siete días de duelo nacional. Las ceremonias han comenzado con el traslado de sus restos hasta la Academia militar, donde será velado hasta su entierro el próximo viernes. La despedida al líder fallecido congregará a la mayoría de mandatarios iberoamericanos. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, el boliviano, Evo Morales, y el uruguayo, José Mujica ya han llegado a la capital venezolana y se espera que lo haga en breve la mandataria brasileña, Dilma Rousseff.

El Ejecutivo español ha trasladado este miércoles su pésame al Gobierno y al pueblo venezolano por el fallecimiento del presidente Chávez, y ha mostrado su voluntad de "continuar trabajando intensamente en el fortalecimiento de los vínculos bilaterales". En un breve comunicado del Ministerio de Exteriores, el Gobierno destaca que con la muerte de Chávez "desaparece un personaje político que ha tenido una gran influencia en Iberoamérica". En estos momentos de duelo, continúa el comunicado, el Gobierno reitera su deseo de estrechar "las relaciones de profunda amistad que unen a los dos países".

Chávez falleció el martes en Caracas a las 16.25 horas (21.55 hora peninsular española). El propio Maduro dio la noticia rodeado de los ministros del Gobierno en una alocución retransmitida desde el vestíbulo del Hospital Militar de Caracas, donde se hallaba ingresado desde el 18 de febrero. Sin la presencia del presidente del Parlamento, por haber fallecido su madre el pasado domingo, el vicepresidente se esforzó por dar un mensaje de unidad: "El respeto y la paz tienen que ir de la mano en este dolor inmenso de esta tragedia histórica que hoy toca a nuestra patria".

Al final de una reunión con el mando político

Maduro explicó que tras reunirse con el alto mando político y militar del país se dirigieron al Hospital Militar de Caracas para "seguir la secuencia de salud" de Chávez, y fue allí cuando recibieron la "información más dura y trágica que podamos transmitir a nuestro pueblo". El mandatario, la cara visible del Ejecutivo desde que Chávez se marchó a Cuba para una nueva operación, indicó que falleció "después de batallar duramente con una enfermedad durante casi dos años, por el amor del pueblo, con las bendiciones de los pueblos y con la lealtad más absoluta de sus compañeros, compañeras de lucha".

"A su madre, Elena, a su padre, don Hugo de los Reyes, a sus hermanos, a sus hijas, a sus nietos, y todo nuestro pueblo le transmitimos nuestro dolor y nuestra solidaridad", dijo con un tono muy emotivo. Maduro afirmó que se ha ordenado "un despliegue especial de toda la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), de la Policía Nacional Bolivariana (PNB)", que en este mismo momento se encuentra "desplegándose para acompañar y proteger" al pueblo.

"En este dolor inmenso de esta tragedia histórica que hoy toca a nuestra patria nosotros llamamos a todos nuestros compatriotas hombres y mujeres de todas las edades a ser los vigilantes de la paz", explicó Maduro, que se mostró muy emocionado durante el mensaje.

Algunas fuentes, sin embargo, sostienen que Chávez habría muerto a las 07.00 horas de la mañana -nueve antes de lo indicado por el Gobierno- y en Cuba, y que posteriormente su cuerpo habría sido trasladado hasta Caracas, mientras la cúpula militar, Maduro y otros cargos planificaban los pasos a dar.

Los pasos a seguir

El artículo 233 de la Carta Magna del país, que fue aprobada en 1999 y reformada por referéndum popular en 2009, establece que, en caso de que fallezca el presidente de la República bolivariana «se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los 30 días consecutivos siguientes». Mientras se elige y toma posesión el nuevo mandatario, el cargo lo debería asumir de forma provisional el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Sin embargo, Maduro se ratificó como vicepresidente y convocó las elecciones para dentro de un mes. El mandatario también decretó siete días de luto y prepara para este viernes el funeral de Estado.

La rendición ante el cáncer ha sido inevitable y no tendrá otra oportunidad como hace poco más de 21 años, el 4 de febrero de 1992, cuando tuvo que entregarse a las fuerzas del Gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez tras fracasar su golpe de estado. Aquel joven coronel criollo se dirigió entonces a la nación en un anticipo del triunfo que le llegaría, esta vez a través de las urnas, en 1998. Nacía la Revolución Bolivariana, la vía hacia ‘el socialismo del siglo XXI’, sobre la que hoy se ciernen negros nubarrones.

La noticia de su fallecimiento estuvo precedida este martes por una reunión del vicepresidente de la República, Nicolás Maduro, con los integrantes del gabinete ministerial, los 20 gobernadores socialistas y el Alto Mando Militar para, según anunció el canal oficial Venezolana de Televisión, "evaluar los avances del proyecto nacional para el desarrollo del país". Quizás para aliviar el clima agónico en torno a la comparecencia por televisión, Maduro quiso emular a su mentor muerto y lanzó una requisitoria contra los enemigos de Venezuela a los que acusó de llevar a cabo planes para desestabilizar el país y de provocar la enfermedad del presidente. Tal como prevé la Constitución, el vicepresidente debe renunciar a su cargo tras el fallecimiento del presidente.

Las alarmas sobre el precario estado de salud del mandatario se dispararon ya este lunes, cuando el Gobierno de Venezuela, en un comunicado leído por el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, dio cuenta de "un empeoramiento de la función respiratoria" del presidente, con lo que su estado general sería "muy delicado". Se cumplían dos semanas del regreso de Chávez a Caracas y de su ingreso en el Hospital Militar de la capital, "por su propia decisión", tal como se dijo en el comunicado.

Lo cierto es que el pesimismo en torno a un fatal desenlace reinaba ya en el momento en que las noticias de la última intervención realizada el pasado 11 de diciembre en La Habana daban cuenta con preocupación de un proceso “complejo y duro” y de un tratamiento “no exento de riesgos”. Tampoco ayudaron a mejorar la consideración sobre su estado las primeras imágenes divulgadas en dos meses, en las que el pasado 15 de febrero aparecía con una sonrisa gélida junto a sus hijas Rosa Virginia y María Gabriela. El propio Gobierno anunció entonces que Chavéz respiraba a través de un tubo de traqueotomía que le dificultaba temporalmente el habla.