El peor rival copero

Más de 13 años lleva el Atlético sin derrotar al Real Madrid. Desde el 30 de octubre de 1999, cuando los colchoneros batieron por 1-3 a los merengues en el Bernabéu con los goles de Hasselbaink y José Mari, no han logrado doblegar a su eterno rival. Y hasta este recuerdo arrastra connotaciones negativas, ya que fue la campaña del descenso a Segunda División.

Mal panorama para afrontar el último paso hacia la Copa del Rey, el único título al que pueden optar Simeone y sus pupilos esta temporada, salvo que se produzca una debacle liguera del Barça.

Pero la Copa es otra cosa. De hecho, preocupados deberían estar en la ‘casa blanca’ con los precedentes en la competición del KO. Esta será la quinta final entre los dos conjuntos madrileños y en tres de las cuatro anteriores, el Atlético ha levantado el trofeo. Para más sorna rojiblanca, todos los alcanzó batiendo a su adversario en el estadio Santiago Bernabéu. La historia es tan retorcida que la única ocasión en que el Madrid se alzó victorioso también lo hizo en el campo rival. Aunque es verdad que ha caído más veces ante rivales como el Barcelona y el Athletic de Bilbao, su porcentaje de derrotas contra los colchoneros es demoledor.

La Copa no es precisamente el torneo que mejor se le da al equipo de Chamartín. Es el club que más veces ha alcanzado la última ronda, con 37 presencias, pero, solo en 18 su nombre ha quedado inscrito en la peana del trofeo. Por encima quedan los culés, con 26 galardones, y los bilbaínos, con 23. Especialmente sangrante fue la sequía de 18 años, hasta que Mourinho rompió el maleficio en 2011, en su primer año en el banquillo blanco. El Atlético, por su parte, alcanza el 50% en el porcentaje de éxito-fracaso: 18 finales y nueve victorias.

Los títulos colchoneros ante los blancos comenzaron en 1960, cuando Collar, Jones y Peiró remontaron el tanto inicial de Puskas. Un año después, repitieron éxito ante Di Stéfano, Marquitos, Gento y compañía. Esta vez, el resultado fue 3-2. De nuevo Peiró -con un doblete- y Mendonça dieron la vuelta al marcador que abrió el delantero húngaro y cerró la ‘saeta rubia’.

Hubo que esperar hasta 1975 para la siguiente final entre ambos, que se decidió en los penaltis tras acabar el partido con empate a cero. El Atlético marró dos penas máximas (Irureta y Salcedo) frente al único error del actual seleccionador español, Vicente Del Bosque.

La última cita en la final copera tuvo lugar en 1992. Un magistral lanzamiento de falta de Schuster y otro tanto de Futre dejaron resuelto el choque en la primera media hora. Al alemán, que militó en los dos equipos y dirigió como técnico al Madrid, aún le recuerdan por la calle «el golazo» que marcó y cita a Luis Aragonés como el gran artífice del triunfo porque les animó a «eliminar el miedo» y porque les hizo ver que jugar en el Bernabéu «no era una desventaja». De hecho, el teutón reconoce que, si fuera el Atlético, preferiría jugar en Chamartín, con 40.000 aficionados animando por los 25.000 que tendrían entrada en el Calderón.