tercer trimestre de 2012

La recesión y la caída de rentas vacían la hucha de los hogares

La tasa de ahorro de las familias cae al 7,6%, menos de la mitad que hace tres años. -Hoy disponen de 10.000 millones menos que en 2009 para afrontar sus deudas y gastos

MADRID Actualizado: Guardar
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Si en la primera embestida de esta crisis la incertidumbre y en particular el miedo al paro llevaron a los hogares españoles a llenar la hucha hasta niveles desconocidos (el ahorro familiar llegó al 16,1% de la renta disponible en el tercer trimestre de 2009), en esta segunda recesión las tornas han cambiado mucho. Tres años después, casi la mitad de esa capacidad de ahorro se ha esfumado ante las subidas de impuestos, la escalada de los precios y la fuerte reducción de la renta disponible que han sufrido muchos hogares.

Las últimas cifras publicadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran cómo la tasa de ahorro de las familias españolas sigue disminuyendo. En el tercer trimestre de 2012 volvió a bajar y se situó en 12.487 millones de euros, el 7,6% de la renta disponible. Eso son 2,6 puntos menos -y 4.583 millones de euros menos- que en el mismo período de 2011, cuando el ahorro doméstico marcó un 10,2%. Y es incluso menos que en el tercer trimestre de 2007 (el último gran año de bonanza), período en que cayó al 9% en una época en la que muchos españoles gastaban incluso lo que no tenían.

El motivo que explica por qué las familias atesoran hoy muchos menos recursos es simple: no ahorran más porque no pueden. Si en el tercer trimestre de 2009 su renta disponible total eran 174.345 millones de euros, ese montante se ha reducido hasta 164.675 millones en el mismo período de 2012, según datos del INE. En otras palabras, los hogares disponen hoy de casi 10.000 millones de euros menos que hace tres años para hacer frente a sus deudas y gastos. Y son 2.709 millones menos que en el mismo período de 2011.

Este deterioro ha estado determinado por la escalada del paro, las subidas de impuestos (IVA, IRPF, IBI) y de tasas (como el euro por receta), por aumentos de precios (sobre todo de carburantes y medicamentos), recortes en prestaciones por desempleo y pensiones. Son fenómenos -unas veces sobrevenidos por la dureza de la crisis, otras veces fruto de decisiones políticas- que mermaron de forma considerable la renta de los hogares y por tanto su capacidad de consumo y de ahorro.

Sueldos a la baja

El INE explica que la caída de la renta disponible de los hogares obedeció en el tercer trimestre a una disminución del 3,6% del saldo de rentas brutas primarias (la suma de ingresos que tiene los hogares). Ese retroceso fue debido sobre todo al descenso del 5,4% en la remuneración de los asalariados. No hay que olvidar que los sueldos de las personas que trabajan por cuenta ajena suponen el principal (y en muchos casos el único) ingreso de la mayoría de hogares. El saldo neto de las rentas de la propiedad percibidas (intereses, dividendos, etcétera) también bajó, un 4,4%. En este caso las rentas recibidas crecieron un 2,3%, mientras que las pagadas se dispararon un 13,6%.

Aún con todo, el gasto en consumo final de los hogares aumentó en el tercer trimestre un 0,6% respecto de hace un año. Un avance que, en tiempos de recesión del Producto Interior Bruto (PIB), se explica por las subidas de los precios e impuestos. Como el IVA, cuyo último incremento de los tipos general y reducido encareció la inmensa mayoría de los bienes y servicios de consumo.

En lo que se refiere a la distribución secundaria de la renta, el volumen de prestaciones percibido por los hogares en este trimestre presenta un crecimiento interanual del 5,2%, mientras que el montante de cotizaciones sociales pagadas disminuye un 3,4%. Asimismo, el saldo de transferencias corrientes percibidas se incrementa un 11% (como consecuencia del aumento del 4,6% en las recibidas frente al incremento del 3,5% en las pagadas. Finalmente, los impuestos sobre la renta y el patrimonio pagados por las familias aumentan un 1,8%, fruto de las últimas subidas.