Flores, de vuelta a la calle en tiempo récord

Tan solo dos horas ha tardado Miguel Ángel Flores, el organizador de la fiesta del Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes, en depositar la fianza de 200.000 euros que le ha impuesto hoy el juez que investiga la fiesta celebrada la noche de Halloween. A las 17.50 horas, Flores pagaba la fianza y abandonaba los calabozos de Plaza de Castilla, en los que se encontraba desde que terminase su declaración ante el magistrado, a las 16 horas.

Entre otras medidas cautelares, el juez Eduardo López Palop le ha retirado el pasaporte ha comunicado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado la prohibición que pesa sobre Flores de abandonar el territorio nacional, así como la obligación de comparecer los días 8 y 22 de cada mes en sede judicial. El empresario ha señalado que sólo tiene pasaporte español.

López Palop ha concedido la medida de prisión eludible bajo fianza a petición de las acusaciones particulares y popular, toda vez que el Ministerio Fiscal sólo ha solicitado que se le retirara el pasaporte y que se mantuviera las comparecencias ante el juzgado dos veces al mes, ante el riesgo existente de fuga.

Flores fue detenido a última hora de la mañana de ayer por efectivos del Grupo V de Homicidios. El juez del caso había dado la orden de captura a la Policía, después de que los agentes le presentasen pruebas de que el propietario de la empresa Diviertt estaba preparando su fuga al extranjero. Los agentes sospechaban que el empresario pretendía abandonar el pais en los próximos días con destino a Panamá, con la excusa de que su empresa organiza un macrofiesta de fin de año, para no volver. También barajaban la posibilidad de que pretendiera fugarse a Ecuador, país donde también tiene negocios.

Según mandos de la investigación, Flores, acusado de cinco homicidios imprudentes, había decidido darse a la fuga después de que todas las pruebas apunten a que el fue el responsable directo de que en el Madrid Arena aquella noche casi se doblara el aforo permitido, ya que su empresa vendió más de 17.000 entradas cuando la capacidad del recinto apenas superaba las 10.000 personas.

En las últimas horas, además, se han hecho públicas grabaciones en las que se aprecia cómo Flores controló la noche fatídica la desaparición de las entradas, que luego fueron recuperadas en otro edificio por la policía. El conocimiento de estas maniobras para ocultar pruebas también ha sido determinante para la orden de captura del empresario. Flores declaró durante cuatro ante el juez del caso, Eduardo López Palop, el pasado 20 de noviembre, quien le dejó en libertad pero acusado de cuatro homicidios por imprudencia, un delito de lesiones muy graves y un delito de seguridad colectiva. Entonces, el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid no apreció riesgo de fuga. El dueño de Diviertt en aquella comparecencia se limitó a culpar de todo al Ayuntamiento y a las empresas de seguridad que controlaron el evento, Kontrol 34 y Seguriber.

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