RELIGIÓN

El Papa pide una solución al conflicto sirio

Benedicto XVI, durante la bendición 'Urbe et Orbi', insta a mayor esfuerzos para acabar con la violencia en América Latina

ROMA Actualizado: Guardar
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El papa Benedicto XVI ha abpor una "solución política" en Siria, llamó a "los nuevos dirigentes" chinos a respetar las religiones y pidió por los fieles y gobernantes latinoamericanos, durante su tradicional bendición 'Urbi et Orbi' de Navidad. "Una vez más hago un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los prófugos y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto", declaró el Papa desde el balcón de la basílica de San Pedro.

"Hay esperanza en el mundo... incluso en los momentos y en las situaciones más difíciles", dijo y rezó por que la "verdad brote para la población de Siria, profundamente herida y dividida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y cosecha víctimas inocentes". Desde marzo de 2011, cuando comenzó la revuelta popular contra el régimen del presidente sirio, Bashar el Asad, que derivó en una guerra civil, la violencia ha dejado ya 44.000 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG opositora con sede en Reino Unido.

En Siria, la minoría cristiana, integrada por 1,8 millones de personas, permaneció, en su mayoría, al margen de la revuelta popular. Sus dirigentes y parte de la comunidad se posicionaron a favor del régimen por miedo a los islamistas. Benedicto XVI hizo un llamamiento a "los nuevos dirigentes" chinos para que valoren "la contribución de las religiones" en todo el país, cuando en los últimos años surgieron tensiones entre China y el Vaticano.

"Que el Rey de la Paz (Cristo) dirija su mirada a los nuevos dirigentes de la República Popular China en el alto cometido que les espera. Expreso mis mejores deseos de que en esta misión se valore la contribución de las religiones, respetando a cada una de ellas, de modo que puedan contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, para bien de ese noble pueblo y del mundo entero", afirmó.

La misa del Gallo

Un mensaje con un contenido similar al que lanzó durante la tradicional Misa del Gallo, en el que rechazó el uso de la violencia en nombre de Dios, pidió que en lugar de armamentos para las guerras lleguen ayudas para los que sufren y denunció que el hombre está tan lleno de si "que no le queda espacio para Dios y le rechaza". Por cuarto año consecutivo la Misa del Gallo se celebró a las diez de la noche local (21.00 gmt) y no a medianoche, para evitar fatigas al pontífice, que tiene casi 86 años.

Benedicto XVI llegó al templo en la peana móvil que utiliza para desplazarse por la larga basílica dye San Pedro y concelebró con 30 cardenales y decenas de obispos y sacerdotes. Mirando una imagen del Niño recién nacido, el papa Ratzinger dijo que Cristo es nuestra paz y que es necesario en esta época implorarla, "para que Dios ilumine a las personas que se creen en el deber de aplicar la violencia en su nombre, para que aprendan a comprender lo absurdo de la misma y se conviertan en hombres de paz". "Haz que, también hoy, de las espadas se forjen arados, que en lugar de armamento para la guerra lleguen ayudas para los que sufren", subrayó.

Benedicto XVI agregó que "conmueve" que Dios se haya hecho niño para que los hombres puedan amarlo y recordando el Evangelio de Juan ("Vino a su casa y los suyos no le recibieron") se preguntó si en la actualidad los hombres tienen un puesto para Dios. "¿Tenemos un puesto para Dios? ¿Tenemos tiempo y espacio para Él? ¿No es precisamente a Dios mismo al que rechazamos? Cuanto más rápidamente nos movemos, cuanto más eficaces son los medios que nos permiten ahorrar tiempo, menos tiempo nos queda disponible", señaló el Papa. Benedicto XVI agregó que en lo referente a Dios, "nada nos parece urgente", y que la metodología de nuestro pensar está planteada de tal manera "que, en el fondo, él no debe existir".