Fillon, gran derrotado de la noche. / M. Medina (AFP)
RELEVO EN LA DERECHA FRANCESA

Un inesperado melodrama

La herencia de Sarkozy hace estragos: la UMP eligió un jefe en un ambiente frívolo y fratricida

MADRID Actualizado: Guardar
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La herencia de Nicolas Sarkozy hace estragos: la UMP ('Unión por un Movimiento Popular'), el gran partido del centro derecha francés que, con varios nombres, ha gobernado Francia 39 años de los 52 transcurridos desde que el general de Gaulle volvió a escena, eligió un jefe en un ambiente frívolo y fratricida. Jean François Copé fue finalmente designado ayer nuevo presidente del partido frente a François Fillon solo por tres centésimas, pero el mal estaba ya hecho: la opinión ha juzgado severamente la conducta de ambos (y de sus fans), seguros aspirantes en su día a la candidatura presidencial frente a los socialistas.

Fillon ha observado un tono algo más moderado, tal vez hijo de su carácter, y Copé, quien partió seguro de la victoria pero fue alcanzado por Fillon, subió el tono y perdió los modales al reiterar su segura convicción de haber ganado antes de que el recuento fuera oficial y el comité electoral pudiera estabecer el resultado sin sombra de duda.

Esta guerre des chefs debió ser evitada, como comentan hoy unánimemente los medios galos, con un sencillo arreglo de abstenerse de autoatribuirse la victoria y aguardar tranquilamente la decisión última, incluyendo la posibilidad de que hubiera recursos. El ambiente no lo permitió aparentemente no solo por cierta falta de calidad política y personal de los interesados, sino también por la malsana campaña de rumores de que ciertos excesos de militancia podrían ir hasta intentar el fraude en algunas circunscripciones, como Niza y Les Bouches du Rhône.

El júbilo ajeno

El criterio sensato y la preocupación fueron expresados por muchas voces y, ejemplarmente, por el antiguo primer ministro Alain Juppé, quien no pudo ocultar su decepción con la condena de lo que llamó la obsesión de 2017 (la próxima elección presidencial). Juppé sabe que cuatro años y medio es mucho tiempo y algo más: ser el jefe de la UMP no garantiza en absoluto ser el candidato y algunas otras figuras, como el ex-ministro Xavier Bertrand, han hecho saber que, ganara quien ganara, él será candidato en las primarias.

El daño podrá ser eventualmente reparado, pero las heridas producidas, singularmente por su capacidad de exacerbar las fidelidades personales, el clientelismo y el rencor, durarán y, con seguridad, son muy mal comienzo para la UMP, percibida como devorada por las facciones y las incompatibilidades personales. Por el gran hueco abierto han entrado a toda velocidad sus adversarios socialistas, aunque no de modo oficial, y, sobre todo, la extrema derecha, el Frente Nacional que recurrió a una fórmula irónica para expresar su júbilo: lo que ocurre es un escenario que resulta agradable …

Copé acuñó en la campaña presidencial la pasada primavera la fórmula de que era preferible defender una derecha sin complejos, lo que fue interpretado como un guiño a los militantes del FN, en auge discreto, pero sostenido en el tiempo. Fillon, quien en su juventud fue periodista, estuvo destinado en Madrid y habla un castellano decente, es más claramente centrista… Se ha limitado a “tomar nota” de lo sucedido y nadie sabe cómo encajará su derrota.

En realidad, salvo una aparatosa ceremonia de reconciliación, no se sabe bien en qué parará a corto plazo este inesperado psicodrama que, a partes iguales, ha preocupado y entretenido a los franceses…