La filósofa Martha C Nussbaum, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. / Félix Ordóñez (Reuters)
galardones 2012

El Príncipe llama a los políticos a «dar respuesta a los graves problemas que vivimos»

Don Felipe recuerda "los sacrificios" que están haciendo los españoles y pide “superar los desencuentros” en una ceremonia en la que las protestas por la situación económica se han dejado sentir

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Han sido los premios de la solidaridad, el reflejo de unos tiempos de crisis. Han exaltado los valores de Cruz Roja, de los Bancos de Alimentos, de la convivencia incluso dentro de la rivalidad deportiva. Se han entregado el mismo día que las estadísticas señalaban que uno de cada cuatro españoles en edad de trabajar está en paro. Eso se ha dejado sentir de forma ruidosa al inicio de la ceremonia. Colectivos afectados por la crisis han llevado sus protestas al borde de la alfombra azul. Los Príncipes de Asturias, la Reina y los galardonados han oído como siempre muchos aplausos, pero también pitidos y gritos de descontento.

La recesión y la preocupación social también han estado presentes en el discurso del Príncipe, la intervención que la propia Casa Real define como una de las más importantes del año. El heredero de la Corona ha reivindicado los galardones que llevan su nombre como un acicate "para mantener viva la esperanza". A los premiados, como "un ejemplo" del triunfo de la inteligencia y el altruismo. Y ha lanzado un mensaje directo a la clase política, a la que ha reclamado "respuestas a los graves problemas que vivimos, especialmente a los derivados de la crisis económica". En ese sentido, ha recordado los "sacrificios" que están haciendo la mayoría de los españoles y "la grave preocupación e incertidumbre de otros muchos por su futuro". A su juicio, esta situación no hace otra cosa que "acentuar el deber de las instituciones hacia los ciudadanos".

Mensaje de unidad

El Príncipe cree necesaria una "reflexión rigurosa" que permita recuperar el espíritu colectivo. No ha citado las polémicas sobre la territorialidad que vive España, pero sí ha lanzado un mensaje de unidad. "Aún cuando nuestra preocupación prioritaria sea la crisis económica y cómo salir de ella, no debemos dejar de pensar también en la España que queremos en el siglo XXI", ha advertido el heredero.

Considera que los profundos cambios que se están produciendo "en nuestro modelo de vida" exigen también "nuevas mentalidades, actitudes, y nuevos comportamientos individuales y colectivos". Pero ante todo, se mostró convencido de que los desafíos a los que se enfrenta la sociedad española únicamente se podrán superar "si todos colaboramos y caminamos en la misma dirección". Ha señalado el Príncipe el valor de la convivencia consagrado por la Constitución, ha llamado "a superar los desencuentros" y ha recordado "el valor de nuestra larga historia común" para advertir de que "los españoles vivimos momentos decisivos de nuestra historia". A su juicio, los problemas que vive España "deben superarse con las leyes", la única vía para construir "un futuro basado en el respeto".

Como siempre en el discurso de la ceremonia, Don Felipe ha glosado uno a uno a los galardonados. Del arquitecto Rafael Moneo ha destacado su "lucidez e inteligencia", su afán por mejora la vida de sus semejantes. De Martha Nussbaum ha elogiado su contribución a las humanidades, sino especialmente labor pedagógica para potenciar los "sentimientos y emociones positivas". En el creador de videojuegos Shigueru Miyamoto, don Felipe ve su capacidad para enseñar "a cumplir las reglas, a alcanzar objetivos, a respetar al rival y a desarrollar la creatividad". A Philip Roth, Premio Príncipe de las Letras, le ha definido como un "maestro de la literatura"; a Winter y Lerner, distinguidos con el galardón de Investigación científica, como artífices de una notable mejora en la calidad de vida gracias a sus investigaciones; y a Iker Casillas y Xavi Hernández, como "un símbolo de la deportividad".

La mayor ovación de la noche

Pero en los galardones en cuya loa más se ha detenido el Príncipe han sido en los que este año tienen como premiados a la Cruz Roja y los Bancos de Alimentos. De ellos no solo ha destacado sus logros, sino que los ha mostrado como una referencia para lograr en el futuro el anhelo de una sociedad mejor. "Nos gustaría que la grandeza de ese sueño y la lección de su obra sean asumidas por todos".

Una referencia más a una crisis que no por primera vez, pero sí más que nunca, ha marcado los Premios Príncipe de Asturias. Frente a ella, don Felipe ha prometido servir, "como he procurado desde siempre", a los intereses generales. "Es, sin duda, mi obligación, es mi deber, pero es también mi convicción. Es lo que pienso, lo que siento y lo que creo".

Estas fueron las frases que cerraron su intervención. El público respondió a estas palabras con la mayor ovación de la noche. El Campoamor en pie aplaudió durante varios minutos. La Princesa de Asturias cogió la mano de su marido tras la calurosa respuesta a un discurso que se convirtió en el auténtico protagonista de la ceremonia. Solo entonces el Príncipe sonrió e incluso pareció emocionarse.