Aznar aboga por reformar el modelo territorial para reafirmar la España constitucional

En época de tensiones territoriales, José María Aznar ha hecho una encendida defensa de la España constitucional frente al "chantaje" de los nacionalistas que quieren dar una "patada al tablero" de la convivencia. El expresidente del Gobierno, que ha entregado el Premio FAES de la Libertad al escritor Mario Vargas Llosa, ha abogado por reformar el actual modelo territorial cuyo coste en términos de racionalidad jurídica y económica ha considerado "sencillamente insostenible". Unos cambios que deben servir, a juicio, para reafirmar los principios de la España constitucional para que actúen como una especie de dique de contención frente a las "imposiciones y maniobras de exclusión".

"No debemos hacer dejación de España, debemos hacer más por España más de lo que nadie pueda hacer contra ella", ha espetado Aznar en presencia de Mariano Rajoy. Ha negado que la independencia pueda llegar a ser un buen negocio para Cataluña o para el País Vasco. De hecho se ha preguntado "qué hay de bueno en la ruptura y para cuántos". Es más, ha aseverado que Cataluña no podrá permanecer unida "si no permanece española". Ha augurado , en esta misma línea argumental, que España sólo podría romperse "si Cataluña sufriera antes su propia ruptura como sociedad".

Además de Rajoy, los presidentes de la Comunidad de Madrid y Aragón, Ignacio González y Luisa Fernanda Rudi, el exjefe del Gobierno ha estado arropado por algunos de los que fueron sus ministros como Esperanza Aguirre, Ángel Acebes o Eduardo Zapalana.

Rajoy no ha intervenido, tampoco estaba previsto, pero sí el premiado. Mario Vargas Llosa ha sido, si cabe, más implacable. Ha aseverado que el gran problema de España en estos momentos no es la coyuntura económica sino el nacionalismo, al que ha definido como una vieja ideología que renace aprovechando los tiempos de crisis. "El nacionalismo es la cultura de los incultos", ha sentenciado el premio Nobel de Literatura.