santiago de compostela

Cuatro días para disfrutar del Códice Calixtino

El manuscrito medieval se encuentra expuesto en una urna de cristal blindado y podrá verse en el Pazo de Xelmírez hasta el domingo

MADRID Actualizado: Guardar
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En una urna de cristal blindado y rodeado de cámaras. Así se encontraron al Códice Calixtino las personas que acudieron a su exposición pública. Tras mucho oír hablar de él. Después de centrar la atención de los medios y los políticos de más alto rango, incluido el presidente del Gobierno, le llegó el turno a los ciudadanos, que pudieron contemplar el manuscrito medieval en todo su esplendor. Y es que esta obra del siglo XII considerada la primera guía del Camino de Santiago abrió al público desde este jueves y hasta el domingo en el Pazo de Xelmírez anexo a la Catedral de Santiago.

“Se realiza un sueño después de un año de incertidumbre”, aseguró el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, al inaugurar la exposición. Con esta muestra el Códice termina su rocambolesca aventura. Aquella que comenzó cuando el 5 de julio de 2011 se comunicó su desaparición de la catedral. La Brigada de Patrimonio Histórico de la Comisaría General de Policía Judicial se puso a trabajar. Tras un año de investigación, el manuscrito fue hallado en un garaje propiedad de Manuel Fernández Castiñeiras, quien fue durante 25 años electricista de la seo. Junto al texto se encontraron diversos facsímiles y numeroso dinero en metálico -1,8 millones de euros- en parte acumulado durante la sustracción de pequeños hurtos a lo largo de dos décadas. La causa del robo fue una venganza por su despido.

A partir del lunes el Códice volverá al archivo de la Catedral, donde permanecía antes del suceso. "Estará donde los técnicos han dicho que debe estar. El lugar en el que se ha conservado magníficamente durante 800 años", explicó el archivero de la catedral, Segundo Pérez. Pero eso sí, las medidas de seguridad se han implementado.

La catedral de Santiago ya aprobó un plan de seguridad por el que se instalarán 40 cámaras de vigilancia. Además, habrá un control estricto sobre las copias de las llaves y las personas ajenas al templo deberán tener una acreditación especial para acceder a algunas dependencias como el edificio claustral, donde se encuentran el Museo y el Archivo. De esta forma se trata de corregir fallos de seguridad que permitieron a Castiñeiras acceder a estos lugares después de ser despedido.