Luis de Guindos. / Susana Vera (Reuters)
Análisis

Habrá un nuevo rescate

Es posible que lo gestione un Gobierno español, pero de inspiración finlandesa

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los finlandeses aceptaron participar en la ayuda al sistema financiero español solo después de que España se comprometiese a transferir como garantía 770 millones en efectivo desde el Fondo de Garantía de Depósitos. Invertirán este dinero en deuda soberana europea de alta calificación. Representa el 40% de su cuota de participación en el rescate de nuestro sistema financiero. Cubren así una posible quita en caso de impago. Según ellos, necesitan ese colateral “para ser pro-europeos”. La gestión la lleva el ministro de Finanzas, líder del partido socialdemócrata. El primer ministro es conservador. Allí las cosas le van bien, pero seis partidos pro-europeos gobiernan juntos haciendo frente a los antieuropeos. No importa la ideología. Pero eso es allí.

Habrá que ir viendo como se va a hacer aquí, porque: (1) la financiación exterior no existe, (2) el efecto corrosivo de costes de financiación soberana se filtra a bancos y llega multiplicado a empresas y familias, (3) los residentes continúan retirando depósitos y buscando alternativas fuera, (4) los bancos españoles no pueden seguir comprando deuda española sin más, y menos ahora controlados desde Europa, (5) en octubre tenemos que atender vencimientos importantes, (6, 7,…) recesión, desempleo, rechazo social…. Es grave. Tanto como para que algo importante ocurra. Una vez que el Gobierno ya reconoce no responder al pacto con sus gobernados, y solo hace repartir a su criterio el dolor que le imponen, pasa a ser un “no gobierno”. No extraña que Madrid sea un hervidero de rumores, así que el Gobierno va a tener que poner fin de algún modo a esto. Intentará calmar los ánimos negando un rescate, pero se refiere al rescate modelo Grecia. Con España se ha iniciado un nuevo modelo de rescate, no de los que consisten en ayuda total, sino del que va por partes. Primero la banca, y detrás irá la deuda soberana, y después… depende.

Habrá un nuevo rescate, eso es seguro. Afectará a las finanzas públicas, y será con condiciones macroeconómicas. Será en semanas, no más tarde de un par de meses, y no llegará a octubre. ¿Quién lo gestionará? Es posible que sea un Gobierno español, pero de inspiración finlandesa. La presión no acabará ahí. Nuevas fórmulas de ayuda es posible que se planteen, al menos mientras se mantenga el euro, que es probable, pero no seguro. Alguna componenda con el euro empieza a ser también verosímil. Si la inercia pesa, el cambio vendrá forzado por Grecia mediante su expulsión o mediante un sistema de dos monedas. Dada la gravedad, otras alternativas también son posibles. Pero para hablar de esto habrá más tiempo. Espero.