ceremonia en oslo

Suu Kyi recoge el Nobel de la Paz 21 años después

La líder opositora birmana no pudo recoger el premio en 1991 porque estaba bajo su primer arresto domiciliario, que duró de 1989 a 1995

COPENHAGUE Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La activista birmana Aung San Suu Kyi ha conseguido pronunciar finalmente este sábado su discurso de aceptación del premio Nobel de la Paz que recibió en 1991 y que nunca pudo recoger por encontrarse bajo arresto domiciliario, un estatus que padecería durante los siguientes 15 años.

"La paz absoluta en nuestro mundo es un objetivo inalcanzable", ha declarado Aung San Suu Kyi durante la ceremonia. "Hay hostilidades en el norte y en el oeste", ha comentado sobre la situación actual en su país, dominado por brotes de violencia local que desembocan en incendios intencionados y asesinatos que tienen lugar desde hace varios días".

Suu Kyi ha aprovechado para recordar ante el abarrotado Ayuntamiento de Oslo, que "todavía existen presos políticos en Birmania" y a pesar de que "los más conocidos han sido liberados", ha expresado su temor sobre la posibilidad de que los presos menos importantes "sean olvidados".

En su declaración, la activista y diputada ha dedicado unas palabras al enfrentamiento sectario, actualmente bajo el cese de hostilidades, entre los budistas Rajine y los musulmanes Rohingyas, que ha causado hasta el momento más de 30.000 desplazados y una treintena de fallecidos. "Espero que los acuerdos de alto el fuego deriven en acuerdos políticos fundados en las aspiraciones del pueblo", ha indicado.

Aung San Suu Kyi, sufrió casi 23 años de persecución política. El viaje de Suu Kyi ha sido posible gracias al proceso de reformas que remodelan la autocracia birmana en una democracia parlamentaria, desde que la última junta militar se disolvió y traspasó el poder a un gobierno civil afín, el 30 de marzo de 2011. Suu Kyi, que cumplirá 67 años el próximo martes, llegó ayer a Noruega y fue saludada por cientos de personas que portaban banderas noruegas y birmanas en el centro de Oslo.

No pudo recoger el premio en 1991 porque estaba bajo su primer arresto domiciliario, que duró de 1989 a 1995. La medalla, el diploma y los 10 millones de coronas suecas (algo más de un millón de euros; 1,25 millones de dólares) los recibieron en su día su marido, Michael Aris, quien falleció en 1999, y sus hijos, Alexander y Kim.