CRISIS DEL SECTOR FINANCIERO

Histórico rescate

De Guindos insiste en que solo afecta al sector financiero y busca alejarse de la imagen de Irlanda, Grecia y Portugal para que los mercados no estigmaticen a España

MADRID Actualizado: Guardar
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Cuando la prensa digital mostraba ayer a una mujer pasando a la sede del Ministerio de Economía con bolsas de comida uno se temió lo peor. Y lo peor era que España había terminado por doblegarse y pedir el rescate bancario. Dentro del Ministerio, Luis de Guindos, vértice afilado e incompleto de una dura videoconferencia de tres horas con los ministros de Economía, intentaba demostrar que nosotros podíamos aguantar; que las reformas precisan de tiempo, que hay bancos débiles que conviven con otros que lideran el sector financiero mundial -Santander, BBVA-; que se está a la espera del informe encargado al FMI y las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman. Papel mojado. Dinero tirado.

La publicación adelantada del informe del organismo que dirige Cristine Lagarde, presente ayer en la videoconferencia, terminó por invalidar los informes encargados, y lo que es peor, la palabra de un ministro como Luis de Guindos, tan hacendoso como insuficiente en esta hora delicadísima para España. A partir de ahora el Gobierno hará hincapié en que el rescate afecta solo al sector financiero y que es sectorial, limitado. Bien, solo los tontos miran al dedo que señala a la luna.

Un rescate de cien mil millones de euros es uno de los mayores rescates de la historia financiera mundial que terminará por afectar a otros engranajes de nuestra maltrecha economía. Ahora falta por saber a que nos obliga y, sobre todo, que nuevas medidas de austeridad tendremos que soportar. Holanda y Finlandia querían ayer que el rescate fuera dirigido por el FMI en la forma que lo ha hecho con Irlanda, Portugal y Grecia. Se comprende la resistencia del ministro Luis de Guindos de evitar tal circunstancia para que los mercados no estigmaticen a España, pero dará igual: los mercados ya han avisado elevando la prima de riesgo y hundiendo la bolsa. La pregunta ahora es esta: ¿será suficiente? Pero seamos sensatos. Si de lo que se trata es de acabar con la sangría económica y de evitar la insolvencia de media docena de bancos mal nacidos y peor inspirados, lo sucedido es lo mejor.

Rajoy estaba molesto por la forma en que dentro de su partido se especulara con la cantidad del rescate y por eso decía a los periodistas: pregúntenme a mí. No ha hecho falta. Se ha enterado por videoconferencia. Dicen que ira hoy a Polonia a animar a la selección española. Pero yo eso no me lo creo.