Imagen de la Barbie Titánic. / RC
CIEN AÑOS DEL ACCIDENTE

El Titanic, hagan caja

El aniversario del hundimiento es todo un filón para el ‘merchandising’ más irreverente: desde baberos a patatas fritas o collares con el carbón de las calderas

MADRID Actualizado: Guardar
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¿Pueden cien años fulminar la sensibilidad más básica por la muerte de 1.517 personas? Parece que sí… si hay dinero de por medio. Ahí va un anuncio de muestra: una cubitera con el asombroso nombre de Gin & Titonic que hace hielos con forma del desventurado barco de pasajeros y, para no perder un ápice de realismo, también del funesto iceberg . Todo por obra y arte de la empresa norteamericana Fred & Friends y su diseñador Jason Amendolara. Pero ahí no termina la cosa. Así promocionan algunas webs el artilugio: “Recrea el hundimiento del Titanic en tu propio vaso. Nosotros ponemos el transatlántico de hielo y el iceberg , tú solo tienes que añadir gin, Leo Di Caprio y Kate Winslet para una mezcla perfecta”. ¿Alguien advirtió algo sobre herir la sensibilidad? El producto, que ya lleva un tiempo en el mercado, despertó al principio críticas por su mal gusto. De poco sirvieron.

El aniversario de la tragedia ha desatado la fiebre por el ‘merchandising’ más peculiar e incluso desagradable. Hay quienes ya vislumbraban el filón. Nigel Moffet y Trevor Mitchell, dos avispados norirlandeses duchos en los negocios, se unieron en 2010 para montar la web RMSTitanic100.co.uk ante lo que intuyeron como “una necesidad creciente por los recuerdos relacionados con el Titanic”. Dicho y hecho. La página ofrece casi de todo lo que se pueda imaginar para fanáticos del ‘insumergible’, aunque no es la única. Hay ideas simples: como puzles, postales, imanes, bolsas para ir a la compra, clips para sujetar el dinero, teteras…; y otras más pensadas: por 13,99 libras (unos 16 euros) se puede conseguir una toalla con el logo de la White Star y una pieza de jabón Vinolia, el que usaron los pasajeros de primera clase.

Otra sugerencia, una campana como la del Titanic que, según reza el anuncio, promete realzar cualquier parte de la casa o incluso la puerta de entrada. También abundan las reproducciones del barco o de los escasos botes salvavidas. Y, yendo un poco más allá y por unos 32 euros, se pueden conseguir reproducciones exactas de los tornillos que ajustaban el casco de la nave.

Para todas las edades

Los artículos para los más pequeños también hacen caja. Hay ropa interior o baberos con ‘tiernos’ dibujos donde puede verse a un vendedor de hielo y un lema: “Consigue un trozo de historia, trozos del iceberg que hundió el Titanic”. Libros para colorear, lápices de colores, reglas, todo vale en esto de conmemorar el suceso. Y por supuesto, muñecas inspiradas en la película de James Cameron. Dos son las que cuentan con más adeptos: la Titanic Rose Doll de Franklin Mint y la Barbie Titanic. Ambas con sus múltiples complementos y reproducciones exactas de los vestidos de Rose (Kate Winslet) en la película.

Quienes tengan estómago, también disponen de sugerencias culinarias, como bombones o barritas de chocolate, aunque la más extravagante la ha lanzado la empresa irlandesa de aperitivos Tayto . Con motivo de la efemérides, ha sorprendido a todos con una edición especial de patatas fritas Titanic con sal y vinagre bajo la leyenda: “Todos a bordo. Un snack de primera clase”. Y añaden: apto para vegetarianos. Todo un detalle.

Alguien debió acordarse de que el barco almacenaba más de 6.000 toneladas de carbón para alimentar 29 calderas y se le encendió la lucecita. Un colgante en forma de corazón o una moneda conmemorativa con el mineral en su interior son dos de las ideas más insólitas. El que haya que bajar a 4.000 metros de profundidad no parece que sea un problema ni que encarezca demasiado el precio: el collar se puede comprar por unos 15 euros; la moneda, por 53. Para los crédulos, el souvenir se acompaña de un certificado de autenticidad. Eso sí, advierten de que la oferta es limitada: el carbón es finito.