Iñaki Urdangarin, en la entrada a los juzgados. / Archivo
TRIBUNALES

El juez intenta desenmarañar la red de paraísos físcales del 'caso Nóos'

José Castro interroga este lunes al apoderado de Urdangarin y director de la empresa usada para sacar dinero a Belice

ENVIADO ESPECIAL A PALMA DE MALLORCA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Iñaki Urdangarin declaró hace una semana, pero su suerte se volverá a dilucidar este lunes en los juzgados de Palma de Mallorca. El juez del 'caso Nóos', José Castro, interroga a una de las personas más próximas al duque y en cuyas manos está buena parte de su futuro en este caso, sobre todo en lo referido al fraude fiscal y los supuestos paraísos. Se trata de Mario Sorribas Fierro, el individuo que desde el verano de 2009, cuando el matrimonio Urdangarin-Borbón se marchó a vivir a Estados Unidos, dirige la empresa familiar del matrimonio, 'Aizoon', y el supuesto testaferro que los dirigentes del instituto bajo sospecha pusieron al frente de la empresa fantasma hispano-británica, 'De Goes Center for Stakeholder Management', presuntamente usada para evadir a Belice no menos de 600.000 euros provenientes de una ONG para niños discapacitados.

El sentido de la declaración de Sorribas, también imputado en la denominada 'pieza 25', es una incógnita. La Fiscalía Anticorrupción tiene grandes esperanzas de que, sin nada que perder, decida 'tirar de la manta'. A Urdangarin, en principio, no le debe nada. El duque, en su extensísima declaración, le señaló directamente al vincularle a 'De Goes', de la que el marido de la infanta en todo momento dijo estar al margen.

El duque definió a Sorribas como «persona de mi confianza y empleado de Aizoon», en realidad desde el 15 de agosto de 2009 es apoderado de esta firma por lo que tiene poderes sobre su empresa. Aseguró que su «empleado» nunca le habló ni de la matriz de esta empresa fantasma ni de 'De Goes' Londres, aunque sí lo hizo de 'De Goes' España. Según la versión de Urdangarin, Sorribas le dijo que había sido Diego Torres, el socio del duque, el que le había nombrado administrador de 'De Goes' y que «como prueba de confianza» le había dado una acción. Y nada más, Urdangarin en ningún momento dijo conocer que el resto de las acciones de esta empresa, el 99% de las mismas, estaba en manos de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, que el yerno del Rey había creado en 2006, poco después de que la Zarzuela le ordenara romper con el Instituto Nóos.

Comité organizador

Sorribas, además, fue en 2005 uno de los miembros del comité organizador del Illes Balears Forum, el evento que reportó ese año al Instituto Nóos 1,2 millones de euros pagados por el Gobierno del popular Jaume Matas, que también desembolsó 1,1 millones el año siguiente.

El supuesto testaferro de Urdangarin y Torres también tendría mucho que explicar sobre cómo se formó esa empresa. La investigación ya tiene acreditado que 'De Goes' fue comprada a toda prisa por el presunto cerebro de la operación de evasión, el abogado catalán Salvador Trinxet , también imputado, en un vivero de empresas durmientes. La empresa hasta 2006 en realidad se llamaba 'Novosfera' y era una inmobiliaria de la localidad madrileña de Coslada.

Tras el nombramiento de Sorribas, Urdangarin y su socio cambiaron el nombre. Pasó a llamarse «De Goes Center For Stakeholder Management SL», dejó los negocios inmobiliarios para dedicarse al «asesoramiento a empresa e instituciones en lo relativo a la gestión de sus grupos de interés». 'De Goes' cambió Coslada por el centro de Barcelona. Aunque de esta operación, Urdangarin dijo ante el juez desconocerlo todo y volvió a culpar a Sorribas, a su socio y su familia.

Anticorrupción sostiene que en paralelo a este movimiento Nóos también compró en 2006 una sociedad en Belice, que estaba participada por una consultoría inglesa llamada 'De Goes Center For Stakholder Management LTD', la misma denominación que la empresa de la calle Muntaner, para así no levantar sospechas si había traspaso de dinero entre la misma firma.

Y la lavadora comenzó a funcionar, 'De Goes'-Barcelona, convertida en una empresa de asesoramiento, pasaba millonarias facturas por estudios ficticios y trabajos nunca realizados a la nueva fundación. «De Goes» aparentemente no tendría que tener problema para traspasar fondos a su matriz del condado de Surrey. Desde Surrey, Trinxet presuntamente usaba su red internacional para hacer opaco ese dinero. La UDEF sigue la pista de «centenares de miles de euros» en Panamá, Belice y Luxemburgo, amén entre otros destinos.