El Papa Benedicto XVI bendice a los asistentes. / Efe
misa en el vaticano

El Papa insta a los obispos a ser «humildes»

Benedicto XVI pide que no se interesen "por lo que la opinión dominante diga de ellos" y que sigan "como criterio la verdad de Dios"

ROMA Actualizado: Guardar
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Benedicto XVI ha instado a los obispos a llenarse "de una valiente humildad" y a no interesarse "por lo que la opinión dominante diga de ellos" sino que ha pedido que sigan "como criterio la verdad de Dios, comprometiéndose con ella", durante la misa celebrada este viernes en la Basílica de San Pedro.

Con ocasión del día de Reyes, el Papa ha subrayado que el obispo "debe tener la humildad de postrarse ante ése Dios que haciéndose tan concreto y sencillo, contradice la necedad del orgullo, que no quiere ver a Dios tan cerca y tan pequeño". La misión de los obispos, según ha explicado el Pontífice, es "el anuncio del evangelio, ir delante y dirigir, custodiar el patrimonio sagrado de nuestra fe, la misericordia y la caridad hacia los necesitados y pobres, en la que se refleja el amor misericordioso de Dios por los hombres" y "la oración constante".

En los Reyes Magos, según ha explicado el Papa, se puede encontrar "algunas indicaciones para la misión de los obispos, a pesar de las diferencias en las vocaciones y en las tareas". Además, ha explicado que los Reyes eran "hombres de ciencias, pero no sólo en el sentido de que querían saber muchas cosas" sino que querían "algo más", saber "cuál es la importancia de ser hombre". Igualmente, el Papa ha destacado que los Reyes eran "personas con un corazón inquieto, que no se conformaban con lo que es aparente o habitual" sino que eran hombres "en busca de la promesa, en busca de Dios, hombres vigilantes, capaces de percibir los signos de Dios, su lenguaje callado y perseverante".

Los Reyes eran "hombres valientes a la vez que humildes" que "no consideraban decisivo lo que algunos, incluso personas influyentes e inteligentes, pudieran pensar o decir de ellos", ya que "lo que les importaba era la verdad misma, no la opinión de los hombres" y por eso "afrontaron renuncias y fatigas de un camino largo e inseguro". En este sentido, ha exhortado a los obispos a ser hombres "de corazón inquieto" que no se conformen "con las cosas habituales de este mundo" sino que sigan "la inquietud del corazón que les empuja a acercarse interiormente a Dios".

Dios "busca al hombre"

El Pontífice ha subrayado que un corazón "inquieto" es el corazón "que no se conforma en definitiva con nada que no sea Dios" y ha recordado que el corazón del hombre "está inquieto con relación a Dios y no deja de estarlo, aun cuando hoy se busque, con narcóticos muy eficaces, liberar al hombre de esta inquietud". No obstante, el Papa ha declarado también que también Dios "busca al hombre" por lo que la misión de los obispos es "acoger la inquietud de Dios por el hombre y llevar a Dios mismo a los hombres". Por otra parte, Benedicto XVI ha subrayado que el obispo "debe ir por delante siguiendo a aquél que ha precedido a todos, porque es el verdadero pastor, la verdadera estrella de la promesa, Jesucristo".

El Papa ha asegurado que "se ha discutido mucho sobre qué clase de estrella fue la guió a los Magos" pero ha recordado que "la gran estrella, la verdadera super nova que guía a los hombres es Cristo". "Se piensa en una conjunción de planetas, en una Super nova, es decir, una de esas estrellas muy débiles al principio pero que debido a una explosión interna produce durante un tiempo un inmenso resplandor; en un cometa, y así sucesivamente. Que los científicos sigan discutiéndolo" ha añadido. Así, el Pontífice ha destacado que los santos "son estrellas de Dios" que guían a los cristianos "hacia aquél que anhela su ser" por lo que los obispos están llamados a ser "estrellas de Dios para los hombres" para guiarlos "en el camino hacia la verdadera luz, hacia Cristo".