Fotografía de archivo de Jesús Posada. / Efe
PERFIL

Jesús Posada, cuando la lealtad es disciplina

Soriano con fama de tranquilo, ha sido presidente de Castilla y León y dos veces ministro con Aznar

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4 del 4 del 45. Una fecha con ritmo, con música. Ese es el día en el que nació en Soria Jesús Posada. Su padre era el gobernador civil, y el día y el lugar acabaron marcando su carácter y su forma de entender la vida. Nunca lo ocultó. «Creo que nacer en Soria dio a mi personalidad mucho más de lo que yo nunca le podré dar a esa provincia. Vivir en Soria, criarme en Soria, me dio la tranquilidad de carácter necesario para ser reflexivo, para pensar las cosas; me hizo ver la vida sin tantas urgencias. En Soria te conoce todo el mundo, conoces a todo el mundo, tienes que saber que lo que haces lo sabrá todo el mundo». Lo de la musicalidad no lo decía, pero a un melónamo furibundo como él, nacer en ese día siempre le pareció cuando menos curioso.

La trayectoria política de Jesús Posada es intensa, larga, pero para llegar a ser la tercera autoridad de España, ha tenido que comerse muchos sapos, muchos desplantes. El primero, renunciar a una Consejería en la Junta para dar paso al Gobierno de coalición que debìa suponer la baza política de Aznar para sustituir a Fraga al frente del PP. El segundo, admitir con buena cara que el mismo Aznar le sustituyera por Juan José Lucas como candidato a la presidencia de la Junta en 1991. Es cierto que aquellos dos sacrificios le permitieron luego ser ministro de Administraciones Públicas y de Agricultura, pero no es menos verdad que solo unos pocos conocen los desprecios que tuvo que sufrir por parte de muchos correligionarios, que gente moviéndose hacia el sol que más calienta siempre hubo.

Pero ese carácter tranquilo y centrado, le permitó sobrevivir con elegancia a esos momentos difíciles, en las que desconocía si su carrera política iba hacia adelante o se había estancado. Ahora Rajoy le ha dado el impulso definitivo, el broche de oro a una trayectoria en la que sobre todo ha primado el diálogo, el saber escuchar, el templar gaitas, el manejar la mano izquierda. El perfil ideal para un presidente del congreso