fraude fiscal

La Fiscalía china complica a Ai Wewei el pago de la multa

Exigen que el dinero provenga de una cuenta única y no de las ayudas millonarias recibidas

PEKÍN Actualizado: Guardar
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La Fiscalía ha rechazado el pago de la multa impuesta a Ai Weiwei porque el dinero, según dicen, debería proceder de una cuenta única y no de las ayudas que ha recibido de aportaciones voluntarias, unos 8,7 millones de dólares. Hoy termina el plazo para hacer efectivo dicho pago. La defensa del artista sospecha que sea una treta de las autordidaes para voler a detenerle. Por otra parte, uno de los abogados del disidente, Pu Zhiqiang, ha denunciado las trabas que le están imponiendo las autoridades chinas a su cliente al exigirle que pague con dinero en metálico los 8,4 millones de yuanes (900.000 euros) que corresponden al primer plazo de la multa de quince millones de yuanes (1,7 millones de euros) por evasión fiscal y cuyo abono es imprescindible para que el creador pueda recurrir contra su sanción.

El letrado ha dicho que el Gobierno chino ha exigido al artista que abone los 8,4 millones de yuanes en dinero en efectivo en una cuenta de una oficina bancaria y ha remarcado que esa exigencia no estaría amparada por la legislación china. Además, las autoridades se han negado a aceptar la vivienda de la madre de Ai como parte del pago de la sanción administrativa.

"Hemos hecho todo lo que debíamos hacer", ha explicado Pu. "Estoy preocupado porque pensará que no hemos pagado la multa y restringirán nuestra capacidad de recurrir", ha explicado. Pu ha señalado que el equipo de abogados de Ai está intentando encontrar la fórmula para poder llevar a cabo el primer pago de la multa. Ai mantiene que las autoridades no le han mostrado ninguna prueba de la supuesta evasión fiscal en la que habría incurrido con su compañía Desarrollo Cultural Falso de Pekín y que le han impedido reunirse con el manager y el contable de dicha empresa.

Según la versión de Ai, la Oficina de Seguridad Pública le ha catalogado en la empresa como una persona "vigilada" a pesar de que la representante legal de la firma es su mujer, que podría ser encarcelada si no paga la sanción de quince millones de yuanes.

Famoso, controlado y perseguido

Desde su detención y posterior liberación, Ai se ha convertido en una de las personas más famosas de la disidencia en China. Sin embargo, también se ha convertido en una de las figuras más controladas y perseguidas por las autoridades, que llevaron a cabo a comienzos de año una campaña de detenciones de activistas opositores.

Ai, de 54 años de edad, considera que el rechazo a la actitud de las autoridades contra los disidentes puede medirse con el dinero que le han aportado de forma voluntaria sus seguidores para que pueda afrontar la multa, que ha interpretado en todo momento como una revancha política del Gobierno por sus críticas contra el imperante régimen de partido único.

"Todo esto demuestra cuantas personas lamenta el caso iniciado por las autoridades contra mí", afirmó el disidente, en una entrevista publicada el domingo. "Demuestra la simpatía pública por las personas en nuestra posición, no sólo por mí", indicó.

Hasta el momento, Ai Weiwei ha conseguido reunir unos 8,7 millones de dólares en aportaciones voluntarias, algunas de ellas llegadas en dinero en metálico a su residencia en aviones de papel. A pesar de estas aportaciones, el disidente todavía tiene que entregar la casa de su madre, de 79 años de edad, para conseguir completar el pago reclamado por el Gobierno.