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España se emborrona

Silva y Villa evitaron a última hora el ridículo de los campeones en Costa Rica

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En lugar de lucir su estrella de campeona ante los amigos costarricenses, la selección española estuvo a punto de dilapidar una parte de su enorme prestigio en otro amistoso para olvidar.

Salvó los muebles con un empate logrado en el descuento, tras una meritoria segunda mitad que recordó a la del último amistoso jugado contra Chile. Aquí no se remontó un 2-0, pero hay que aplaudir la transformación experimentada en el segundo período. Hubo fútbol y orgullo de ganadores.

Si en Wembley faltó remate pero puede hablarse de un accidente, en San José se pudo perder por falta de entusiasmo, motivación, intensidad y agresividad en una primera parte calamitosa. No se recordaba algo parecido en este equipo desde la goleada en Portugal. De no ser por los goles de Silva y Villa, que parecía peleado con el remate final, hubiera sido un pésimo colofón al primer año postmundialista. Tras el empate, fue malo pero no humillante.

España mejoró tras el descanso, bajo el diluvio, porque Navas y, sobre todo Iniesta, profundizaron por los costados. Hubo ocasiones de sobra para dar la vuelta al partido, pero el mal estado del campo, blando y levantado, tampoco ayudaron a hilvanar y definir.

Se estará más o menos de acuerdo con él, pero Del Bosque es un tipo de principios. Escucha todas las críticas pero resulta difícil que de su brazo a torcer y modifique los planteamientos a petición del público o del periodismo. No hizo una revolución con respecto al equipo que perdió el pasado sábado en Wembley ante Inglaterra, apenas pequeños retoques que, además, le salieron fatal.

Otra vez sin '9'

Realizó solo cuatro cambios ante Costa Rica al dar entrada en el once a Puyol, Monreal, Mata y Cesc en detrimento de Piqué, Jordi Alba, Busquets y Silva. Insistió el técnico en el dibujo tipo de los últimos partidos, con la única novedad de ubicar a Xabi Alonso como único medio de contención, sin el fiel escudero azulgrana al que querría parecerse el seleccionador si volviese a ser futbolista.

Ciertamente, el donostiarra fue una caricatura en el plano defensivo, aunque en su descargo hay que decir que ni Xavi, ni Iniesta colaboraron a la hora de bajar a defender o cortar los contragolpes 'ticos. Puestos a jugar con solo un medio de cierre e imitar el modelo del Barça, Busquets ofrece mejores prestaciones que el donostiarra.

Frente a un rival defensivo pero con más toque de balón que los ingleses, por extraño que parezca, Del Bosque reincidió y evitó utilizar desde el arranque a un extremo puro como Jesús Navas y a un ariete de referencia que fijase a los centrales centroamericanos. Pensaba haber dado la oportunidad a Fernando Llorente pero el delantero del Athletic se lastimó en el último entrenamiento y concluyó que era preferible no arriesgar. Y entiende el preparador salmantino que el 'Niño' Torres no atraviesa un momento de forma como para ser titular. Ahí coincide con la crítica. Esta vez fue Cesc el que hizo de falso ariete y ejerció de Messi español. Cumplió, ya que llegó bastante y supo cuando y cómo pisar el área, pero no fue un 'killer' el catalán.

Pronto se vio que no era el día de 'La Roja'. Los costarricenses venían de perder ante Panamá y de recibir unas críticas feroces, y ni por asomo podían imaginar que iban a encontrarse semejantes facilidades de los reyes del mundo. Robaron mucho y bien, y sorprendieron con constantes contragolpes. Si ante Inglaterra es cierto que España supo abortar las transiciones rápidas que pretendía Capello, ante la 'tri' fue una calamidad. Los desajustes fueron constantes. Nadie ayudaba en el repliegue.

Gol cómico

Costa Rica se mereció el sorprendente 2-0 con el que llegó al descanso. Se adelantó con un gol cómico, fruto de un error de Casillas al intentar jugar con el pie derecho que luego supo definir con un toque sutil Brenes, pero pudo hacerlo antes. El portero récord salvó un gol cantado con una pierna milagrosa, y el propio Brenes disparó fuera por muy poco y erró un mano a mano sencillo ante el guardameta.

España solo reaccionó cuando se vio en desventaja y comenzó a inquietar al levantinista Keylor Navas, quien se lució ante Cesc.

Cuando funcionó la conexión entre Fábregas e Iniesta, el empate parecía cercano. Sin embargo, otra distracción defensiva preludió el segundo de los 'ticos', un golazo con la zurda de Joel Campbell, el explosivo delantero del Arsenal cedido al Lorient francés. Le dejaron preparársela a su antojo desde fuera del área y la puso junto al palo.

El rostro del seleccionador era el espejo de su alma. Parecía destrozado mientras conversaba con su inseparable Toni Grande para buscar remedios. En el descanso, cuatro cambios de una tacada. Solo mantuvo la defensa. Buscó más ruptura y distracción por el costado con Navas en la derecha e Iniesta tirado a la izquierda, más llegada con Cazorla y más equilibrio defensivo con Busquets. Y regaló medio tiempo a Valdés.

España, ya sí, ejerció el dominio del partido y no sufrió atrás. Tocaba mejor pero le faltaban velocidad y acierto en el último pase. Se precisaba algo más para romper el entramado 'tico'.

Entró Silva y, a falta de menos de poco más de veinte minutos, ordenó jugar con tres defensas al entrar Torres y marcharse Monreal. Iniesta y, sobre todo, Villa, erraron una ocasión detrás de otra. El gol de Silva, tras una gran acción de Iniesta en plan extremo, provocó un acoso final que encontró el premio en el remate de Villa, tras falta sacada por Cazorla.