fin a 51 años de terror

La UE ve el anuncio de ETA como triunfo de la democracia europea

El Gobierno obliga a Bruselas a cambiar su declaración para evitar la expresión "lucha armada" y sustituirla por "actividad terrorista"

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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La Unión Europea también concede una trascendencia histórica al anuncio del cese definitivo de la violencia por parte de ETA. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, reunidos en Bruselas para abordar la situación económica de la zona euro, expresaron hoy su «gran satisfacción» por este escenario sin la amenaza terrorista de ETA que, a su juicio, «permite pasar una página de la historia de España».

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en una comparación cuando menos controvertida, llegó a comparar el cambio de situación en España con el «nuevo comienzo para Libia tras el fin de la era de Muamar Gadafi». Antes de la rueda de presa de Barroso, buena parte de los dirigentes reunidos en Bruselas aprovecharon para felicitar personalmente al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Unos parabienes que los Veintisiete glosaron en una resolución en la que se destaca que el adiós a las armas supone «sin duda la victoria de la democracia y la libertad en España y en la Unión Europea».

La unanimidad con la que los mandatarios europeos suscribieron este texto no estuvo exenta de cierta polémica. España tuvo que instar a los redactores a cambiar una frase, al entender que distorsionaba la realidad, ya que hablaba del «cese definitivo de la lucha armada de ETA». Una expresión que, en cierta medida, otorgaba a la banda terrorista el estatus de contendiente en un conflicto que, a juicio de todas las fuerzas democráticas de nuestro país, nunca ha existido. La petición de la delegación española fue aceptada sin reparos y se cambió «lucha armada» por «actividad terrorista» en el texto definitivo (redactado en inglés, al igual que el preliminar).

La UE también destaca la «constancia y determinación» del Gobierno, partidos políticos, fuerzas de seguridad y la sociedad española en su conjunto «en la larga lucha contra la violencia terrorista». Europa tampoco se olvida de los que han padecido la barbarie en primera persona.

Los miembros del Consejo aseveran que «conservan un recuerdo muy especial para las víctimas de esa violencia» y alertó que la memoria de los asesinados debe «perdurar de modo que tal violencia, que nunca debería haberse producido, no vuelva jamás», concluye el comunicado. Este cónclave concedió a Zapatero la oportunidad de conversar durante unos minutos con Nicolas Sarkozy. El presidente español transmitió a su homólogo francés «el agradecimiento» por la decisiva cooperación de Francia en la lucha contra ETA. Fuentes diplomáticas españolas aseguraron que durante esta breve conversación, Sarkozy felicitó a Zapatero por este desenlace.

Fuera de campaña

Mientras la Unión Europea se deshacía en elogios hacia la sociedad española, los dos principales aspirantes a la presidencia del Gobierno mantuvieron un día más, el pacto de mantener el final de la violencia etarra fuera del rifirrafe diario de esta prolija precampaña electoral. Tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como Mariano Rajoy defienden desde el jueves, día en el que ETA dio a conocer el cese definitivo de la violencia, que se trata de un éxito global de la sociedad española.

Ni socialistas ni populares intentan arrogarse el mérito de la derrota de los terroristas y coinciden en que deber ser el próximo Ejecutivo, el que salga de las urnas el 20 de noviembre, el que administre la nueva situación. También comparten que las víctimas deben desempeñar un papel decisivo en el futuro. Enfatizan, en un discurso que por momentos parece calcado, la necesidad de no bajar la guardia hasta que ETA entregue las armas y se disuelva sin pretender obtener ningún rédito político a cambio.

Rubalcaba y Rajoy, como quedó constancia este fin de semana en las entrevistas que concedieron a los diarios 'Publico' y 'El Periódico', respectivamente, se muestran partidarios de evitar que la izquierda abertzale se atribuya un papel decisivo en la desaparición de ETA. «No vamos a permitir que escriban lo que ha sido el horror de estos años ni tampoco el final de estos años de terror; se lo debemos a las víctimas», explica Rubalcaba. Rajoy, por su parte, advertía de su convencimiento de que «Bildu sigue siendo el brazo político» de la organización terrorista. Esta concordancia de posturas entre los aspirantes a la Moncloa se rompe por el ala más esencialista del PP, aunque la actual dirección calca el discurso de Rajoy, tal y como se puedo comprobar este domingo en las intervenciones públicas de Javier Arenas y Esteban González Pons o en la entrevista de María Dolores de Cospedal en 'ABC', en la que insistió que «con ETA no hay nada negociable».

«Se recibe con satisfacción que alguien que ha matado tanto diga que va a dejar de matar, pero a los terroristas hay que exigirles su disolución», remachó Arenas.