Llorente se almuerza a la Real Sociedad

Los adjetivos en el fútbol tienen una debilidad asombrosa. Marcelo Bielsa lo sabía muy bien y así lo afirmó en su primera rueda de prensa como entrenador del Athletic. La victoria de los bilbaínos en Anoeta (1-2) sirvió para que el desánimo de la pasada semana se haya convertido en esperanza y que la afición de San Mamés vuelva a confiar en la cordura del ‘Loco’. A su colega de la Real Sociedad, Philippe Montanier, le pasa lo contrario. Los mismos que le comparaban con Pep Guardiola en las primeras jornadas, ahora no le dejan de criticar por perder el derbi vasco, el partido más importante de la temporada para los guipuzcoanos.

El Athletic salió este domingo con más ambición y confianza al campo. Para el primer minuto de partido ya disfrutó de una clarísima ocasión. Tras una jugada embarullada, un suave disparo de Fernando Llorente chocó contra el palo. La Real Sociedad trató de responder de forma inmediata al descaro de los ‘rojiblancos’, pero sus contraataques fueron tan rápidos como imprecisos.

En esta temporada, los bilbaínos y los donostiarras han cambiado su forma de jugar. Tradicionalmente, siempre han recurrido a colgar pelotas desde las bandas y ahora quieren que todas los ataques pasen por el centro del campo. Esa semejanza de propósitos provocó que el juego se atascase en la medular y que los delanteros tuviesen que retrasar demasiado su posición para abrir huecos. Pese a que el seleccionador Vicente del Bosque sigue confiando en Llorente, el delantero riojano no está en su mejor momento de forma.

Pero a la media hora de partido demostró que no ha perdido ni una pizca de su olfato goleador y mantiene su calidad. El ariete recibió de espaldas un centro raso de Óscar de Marcos, se giró a cámara lenta dentro del área y empujó la pelota dentro de la portería con el interior del pie.

Vuelta con rabia

La Real Sociedad volvió del descanso con rabia. Abandonó la filosofía de juego de toque -tan defendida por Montanier- y avasalló a su rival con continuos ataques desde las bandas. Los aficionados ‘txuriurdines’ podrán justificar la derrota a un posible favor arbitral. Reclamaron un penalti que no era y no vieron una mano de Gurpegui dentro del área.

En su segundo disparo, los guipuzcoanos consiguieron el gol. Un disparo de Iñigo Martínez desde el centro del campo superó a Gorka Iraizoz. El guardameta ‘rojiblanco’ tiene un buen cartel fuera de Bilbao, pero desde hace un par de temporadas ha demostrado graves carencias técnicas. Es capaz de parar los disparos más difíciles, pero -como este domingo- falla en las jugadas más sencillas. Pero el Athletic no se descompuso, como hubiera ocurrido antaño.

Llorente empalmó un balón colgado desde la defensa por Amorebieta y con su segundo gol cubrió el error garrafal de su portero. En los 20 minutos que quedaban para el final del partido, los leones no se pusieron nerviosos y en ningún momento temieron perder los tres puntos.