El escritor Stendhal. / Archivo
LIBROS

Grandes viajes en pequeños libros

Gadir inaugura una colección de literatura y viajes con títulos de formato reducido y cuidada presentación

MADRID Actualizado: Guardar
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Con libros de pequeño tamaño y una edición esmerada, Gadir viene regocijando a lectores exigentes que gustan del viaje y la buena literatura. A través de la colección Ítacas la editorial apuesta por alumbrar títulos por lo general inéditos, de autores clásicos y actuales, y si es necesario ilustrados con mapas y fotografías. Si en la primera hornada Gadir rescató 'Las cartas de Egipto', de Flaubert, y 'Elogio de París', la disertación que preparó Víctor Hugo para la exposición universal que se celebró en la capital francesa en 1867, en la entrega para otoño ofrece un texto de Joseph Conrad sobre el hundimiento del 'Titanic' y las vicisitudes por las que pasó Guy de Maupassant en su 'Viaje a Sicilia'.

El editor de Gadir, Javier Santillán, quiere que la colección se nutra de libros de formato reducido para que así el lector pueda llevarlos consigo en sus viajes. Libros pintiparados para leer en el avión y que acopian información que no se encuentran en las guías al uso. Entre los títulos que recupera la editorial figuran 'Viajar', de Herman Melville; 'El Nilo. Cartas de Egipto' (Gustave Flaubert), 'China' (Vicente Blasco Ibáñez) y 'Donde mueren los dioses. Viaje por el alma y por la piel de México' (Suso Mourelo).

Mención especial merece 'El síndrome del viajero. Diario de Florencia', de Stendhal, en cuyas páginas se recoge la viva impresión que causó en el escritor la contemplación de la basílica de la Santa Croce, así como el aturdimiento que embargó al autor de 'Rojo y negro' al estar junto a las tumbas de Dante y Maquiavelo. En este volumen queda reflejada la perturbación que experimentó el prosista en Florencia ante la acumulación de tanto arte y belleza, un sentimiento que sirvió para que la psiquiatra Graziella Margherini acuñara y definiera el 'síndrome de Stendhal'.

Ahora que los viajes duran un suspiro, conviene leer 'El Nilo. Cartas de Egipto', que narra la travesía que hizo Flaubert por el país de los faraones, para lo que invirtió nueve meses. El texto, inédito hasta ahora en español, extracta las cartas que intercambió Flaubert con su madre y su amigo Louis Bouilhet. Gustave Flaubert, en compañía del fotógrafo y camarada Maxime du Camp, partió el 29 de octubre de 1849 desde París para publicar lo que luego sería el primer libro de viajes ilustrado con fotografías. Precisamente esta edición de Gadir contiene algunas de las instantáneas tomadas por Du Camp. Aunque el autor de 'Madame Bovary' nunca descuidó su prosa, sus cartas del Nilo están preñadas de un espíritu desenfadado que hacen de este opúsculo una amenísima lectura.

Tres tomos

Pocos saben que Blasco Ibáñez dio la vuelta al mundo. Fruto de esa experiencia que acometió a los 56 años nació una extensa obra que consta de tres tomos. 'China' recoge el testimonio que hizo el novelista sobre el gigante asiático. Cuando Blasco Ibáñez visita China, en 1923, el país era una república que había despojado de su poder al emperador, Pu Yi, aunque todavía conservaba algunos de sus privilegios. Pu yi, el protagonista de la célebre película de Bertolucci 'El último emperador', vivía recluido en la Ciudad Prohibida. En su persona se resumen los avatares de la China del siglo XX, el eclipse de su tradición milenaria y su transición hacia la modernidad. Por los motivos expuestos, leer estos pasajes de Blasco Ibáñez resulta más que recomendable.

Al margen de los clásicos, Gadir recupera a un escritor actual, el periodista Suso Mourelo, autor de 'Donde mueren los dioses'. Mourelo quiso imitar a los viajeros del XIX que habían atravesado los desiertos de México y que hoy constituyen la frontera atroz de la violencia del 'narco'. Acompañado por Juan Rulfo como guía literario, el periodista recrea la tragedia de los indios yaquis, un pueblo víctima del destierro y el genocidio, cuyas andanzas fueron relatadas en 1908 por el viajero americano John Kenneth Turner en su libro 'México bárbaro'. En la travesía desde el norte del país hasta el Yucatán, México se revela en toda su encrucijada. Mourelos entró en la nación centroamericana "por Ciudad Juárez en tren y cruzó la frontera caminando, sin documentos ni preguntas, como se desciende siempre del bienestar a la busca".