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La Armada golpea por partida doble

MADRID Actualizado: Guardar
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Al tiempo que el calor hechizante de Córdoba azota a los jugadores y a los más de 13.000 espectadores que abarrotan la plaza de toros ‘Los Califas’, tres tenistas se baten en duelo por obtener un punto decisivo para la eliminatoria. Tres, porque el que en teoría debería ser el cuarto, Richard Gasquet, se paseó por la pista sin ningún tipo de intención de competir por el triunfo.

Al ritmo de la charanga local, con sus pasodobles y la archiconocida canción de Manolo Escobar “¡Qué viva España!” por bandera, Rafa Nadal y David Ferrer dejaron la eliminatoria vista para sentencia gracias a sus contundentes victorias ante Gasquet y Simon respectivamente. Los franceses, que endosaron un 5-0 el año pasado a los españoles, apenas hicieron diez juegos entro los dos partidos.

La cálida jornada de esta mágica y especial competición comenzó con Nadal. El balear, sin ningún síntoma de desgaste físico y mental arrastrado por la final del Abierto de Estados Unidos, trituró a un tenista que ofreció una imagen que le complica mucho su vuelta al poderoso equipo galo. Porque en ningún momento disputó el partido. Es más, ni tan siquiera quiso intentarlo. Prefirió claudicar a las primeras de cambio, algo que aprovechó el manacorense para cerrar el duelo por 6-3, 6-0 y 6-1.

El mallorquín, que hizo catorce de los últimos quince juegos del choque, movió a su antojo al francés con su derecha, voló de un lado a otro de la pista para cubrirse con su mejor golpe, no acusó el cansancio y destrozó al galo. “Físicamente llegaba muy al límite. Por suerte, Gasquet me ha ayudado. Ha cometido errores y no me ha hecho jugar puntos eternos. El esfuerzo ha sido positivo. Ha salido todo rodado”, confesó el balear. “La bola me ha corrido mucho, he podido jugar alto y largo, y el servicio me ha funcionado muy bien”, añadió el de Manacor, que consiguió su decimoséptima victoria consecutiva en Copa Davis en la modalidad de individuales.

Alcanzado el objetivo inicial del día, conseguir el primer punto y encarrilar la eliminatoria, Ferrer, el héroe de Austin, saltó a la pista con la intención de dejarla prácticamente sentenciada. Y lo consiguió. El de Jávea, un tenista que sería el líder indiscutible de la mayoría de los países, salió desde el primer punto muy ‘enchufado’, muy sólido desde el fondo de la pista y ‘mordiendo’ con su derecha, lo que se tradujo en el marcador en una contundente victoria por 6-1, 6-4 y 6-1.

Al terminar su partido, el alicantino confesó que el resultado “parece fácil”, pero el partido había sido “duro”. Ferrer, “contento con este 2-0”, dio un segundo punto a La Armada que deja la eliminatoria propicia para que mañana Feliciano y Verdasco completen el pleno de victorias ante Llodra y Tsonga o, en caso de derrota, Nadal, o el propio Ferrer, sellen el domingo el pase a la final de la Copa Davis.