EL PAPA, CON LOS JÓVENES

Generosos con la fe, pero austeros en lo económico

Benedicto XVI se alejó ayer por primera vez en España de las grandes urbes para visitar San Lorenzo de El Escorial

MADRID Actualizado: Guardar
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Benedicto XVI se alejó ayer por primera vez en España de las grandes urbes para visitar San Lorenzo de El Escorial, un pequeño municipio de apenas 15.000 habitantes cuya vida gira en torno al colosal Monasterio que mandara construir hace 554 años Felipe II.

Acostumbrados al turismo, los comercios se abastecieron para dar respuesta a la avalancha de jóvenes que han llegado a remolque de la visita de su santidad. Sin embargo, ayer, mientras Benedicto XVI asistía en el Patio de los Reyes a su encuentro con las jóvenes religiosas, los locales del municipio presentaban una inusual calma. "Hacía tiempo que no teníamos tan poca gente, a ver si a eso de las dos se anima un poco porque si no...", comentaba resignado el dueño de un bar situado a escasos 200 metros del Monasterio. Y es que durante los últimos días ha sido habitual observar las plazas de la localidad repletas de grupos de jóvenes almorzando a base de sándwich con salchichas de lata compradas en los supermercados. Los bares y restaurantes más afortunados comentaba haber vendido algún bocadillo a compartir, y poco más. Hay quien incluso probó con preparar de forma especial 'El menú del peregrino', pero ni por esas.

Los cálculos de la organización establecieron antes de su comienzo que la JMJ dejaría unos ingresos de 50,5 millones en la Comunidad de Madrid. «Pues a nosotros parece que no nos ha tocado nada», se lamentaba ayer un escurialense resignado, aunque también feliz por la visita del papa.