El actor británico, con el traje con el que preparó su papel de 'Gollum' en 'El señor de los anillos'.
cine | en cartel

¿Puede un simio ser candidato al Oscar?

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La película que reina en la cartelera mundial se sustenta en parte en la gran interpretación de un actor al que no se ve en ningún momento. Andy Serkis encarna a César, el simio que lidera la rebelión primate de 'El origen del planeta de los simios', pero no lo hace con un disfraz o bajo capas de maquillaje, sino que lo hace oculto por los efectos especiales. Por la digitalización a la que se somete a su personaje, al que da vida embutido en un traje especial salpicado por decenas de sensores que recogen sus movimientos. Así logró dar vida ya con éxito a King Kong y a Gollum, la criatura de 'El señor de los anillos'. Ahora, en la película dirigida por Rupert Wyatt, da un paso más hasta el punto de ensombrecer la labor de James Franco, su compañero de reparto.

El espectacular avance de la técnica de captura de movimientos logra que alcance un asombroso nivel de expresión que se sumerge ya en los aspectos emocionales del personaje. Su trabajo, que combina comportamiento animal y personalidad humana, estremece y algunos medios norteamericanos, como el influyente Los Angeles Times, han reclamado su nominación al Oscar al mejor actor. Un hito prácticamente imposible, dado el conservadurismo imperante en Hollywood y la presión del sindicato de actores, que supondría toda una revolución en la industria cinematográfica.

¿Quién es Andy Serkis? Él se presenta como un actor inglés de 47 años que empezó su carrera en teleseries británicas hasta que Peter Jackson le descubrió y le abrió las puertas de su productora. Pero hay quien le considera ya el prototipo del actor del futuro. Y a tenor del fulgurante desarrollo técnico parece que hay ciertas razones para ello. Es el rey de la interpretación digital, una peculiar modalidad que él mismo puso de moda en ‘El señor de los anillos’ y que después alcanzó un gran desarrollo en ‘Avatar’, la cinta tridimensional de James Cameron. Su faena consiste en desarrollar en el plató un personaje imaginario que en la posproducción toma cuerpo final a base de píxeles.

En estos momentos, con la cinta sobre los simios en la cartelera, se encuentra en la cima de su carrera. Dentro de unos días se le verá en la piel del capitán Haddock en ‘Tintín y el secreto del Unicornio’, la esperada película de Steven Spielberg, y en unos meses volverá a ser Gollum en la versión de ‘El hobbit’ que prepara Peter Jackson. Se trata presumiblemente de tres de las películas más taquilleras de la temporada. El público, eso sí, no será capaz de reconocerle por la calle.

«Aunque no se me vea a primera vista en mis personajes, yo sí me reconozco en ellos. Sobre todo en César. Ha sido el primer papel que he podido crear junto a los otros actores y no apartado en una sala», explica Serkis. El actor estudió durante días el comportamiento de los chimpancés en un zoo, como ya hizo en ‘King Kong’, y revisó los vídeos de Oliver, un simio que en los setenta fue objeto de un sinfín de experimentos, pues se creía que descendía del cruce entre un humano y un chimpancé. «El papel de César tiene que ver más con el desarrollo de su personalidad que con imitar a un simio», razona.

El valor de su trabajo no admite dudas para Wyatt: «Es una especie de Charlie Chaplin contemporáneo», define. «Andy es uno de los pocos actores que se ha adaptado totalmente a la actual tecnología de efectos visuales, pues comprende perfectamente el enorme potencial de lo que podemos conseguir», continúa el director, quien ya está ilusionado ante la idea de rodar la continuación de la película, de nuevo con él como protagonista.