Viviane Reding durante una intervención. / Archivo
CRISIS FINANCIERA

Bruselas carga contra las agencias de calificación de riesgos

La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, asegura que "Europa no puede permitir que tres empresas privadas estadounidenses la destrocen"

BERLÍN Actualizado: Guardar
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La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, ha criticado a las agencias de calificación de riesgos por su negativa influencia en la Unión Europea y en su divisa común, en una entrevista concedida a la edición digital del diario alemán "Die Welt".

"Europa no puede permitir que tres empresas privadas estadounidenses la destrocen", dijo la comisaria europea en referencia a las tres agencias que dominan el sector: Standard & Poors, Moody's y Fitch, a las que, en línea con lo apuntado en la última semana por la Comisión Europea y el Gobierno alemán, Reding ha acusado de conformar "un cartel".

Para poner fin a esta situación, que afecta directamente a la estabilidad de la eurozona, la comisaria de Justicia ha señalado dos posibles soluciones: "O los países del G-20 acordamos deshacer el cartel de las tres agencias de calificación de riesgos estadounidenses o se crean empresas independientes europeas y asiáticas".

Reding sugirió, asimismo, la posibilidad de que Washington intervenga para partir en seis agencias a las actuales 'tres grandes', como se las conoce popularmente en los mercados.

Críticas diversas

En las últimas semanas distintas autoridades a nivel nacional y europeo han acusado a las tres empresas de calificación de riesgos principales de haber conformado un "oligopolio", en palabras del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, o de sufrir "conflictos de intereses", como apuntó la canciller alemana, Angela Merkel.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también apuntó la semana pasada la intención de la UE de regular la actividad de estas agencias.

Las críticas europeas contra las 'tres grandes' arreciaron a raíz de la drástica rebaja de la nota de la deuda portuguesa un total de cuatro niveles, hasta la calificación de 'bono basura', de forma inesperada y horas antes de que Lisboa subastase nuevos bonos.